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Enrique de Diego

Síndrome de Estocolmo totalitario

El escenario de una nueva tregua de Eta es acariciado desde hace tiempo por el nacionalismo. La noticia es que es la propia banda la que empieza a hablar de esa posibilidad. La novedad es que, profundizando en Lizarra, se trata de un claro chantaje relacionado con la independencia como proyecto totalitario. Se mata para conseguir la independencia. Se deja de matar igualmente para conseguirla. Es mucho mejor que esto último suceda. Lo grave es que tal hipótesis es sólo una tregua temporal para “desarmar” al “enemigo” y proceder después al genocidio y asesinato en masa; a la eliminación de la disidencia y la pluralidad en la sociedad vasca.

No es un escenario basado en el humanitarismo, ni basado en la conversión a los derechos humanos personales, sino el intento torticero e hipócrita de generar un descomunal síndrome de Estocolmo en la sociedad para conseguir los mismos fines, manipulando hasta el desprecio a las víctimas pretéritas, convertidas en meros medios del fin nacionalista.

Por supuesto, en tal escenario habría que excitar el celo de las Fuerzas de Seguridad del Estado, pues la anterior tregua fue utilizada por la banda terrorista para rearmarse. Es necesario aprender de la experiencia. Ese es el sentido de toda tregua: rearmarse para matar más. Mucho más en el caso de la independencia.