No es que la Universidad se haya arreglado por efecto taumatúrgico de la nueva ley. Pero al menos vamos a comprender verdaderamente que el asunto de la enseñanza empieza por la secundaria y la primaria. Los padres confían en la capacidad de los profesores, pero el resultado de la enseñanza es menguado. Encima tenemos la demanda añadida de los inmigrantes. El resultado es que los escolares aprenden poco. Las exigencias de aprovechamiento son escasas. La disciplina escolar está más relajada que nunca. Al tiempo, la economía compleja exige profesionales competentes. Quizá haya que importar profesores y técnicos de toda especie.
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