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Humillados y ofendidos se mostraron los vigentes campeones del mundo, por boca del veterano Lizarazu,
ante tanta pregunta sobre la lesión del gran Zidane. Hasta el punto que el defensa vasco francés, gallardo, dijo lo siguiente: "Esto no es el fin del mundo, Francia sabrá jugar sin él". En su primera afirmación tenía toda la razón, no hay lesión o lesionado, ni siquiera eliminación o desaparición física que le echen el freno al mundo. En la segunda no estuvo tan acertado puesto que en su debut ante Senegal, la selección gala no supo jugar al fútbol; Francia no fue Francia y los africanos supieron exprimir a fondo el solitario y merecido gol de Bouba Diop. Es una cuestión científica: el respeto reverencial que se le tiene a Zidane, ese "¡ohhh!" de expectación que genera entre el público que asiste a la grada, es originario de espacios físicos sobre el terreno de juego. Zidane imanta a sus adversarios, y de ello se aprovechan unas veces Henry y otras Trezeguet, Cissé o Dugarry. Francia quiso convencer a los africanos de que Djorkaeff -un jugador enorme, todo sea dicho de paso- era Zinedine Zidane, el mejor futbolista del mundo. Y simplemente no "coló".

Hace dos o tres Mundiales, "O Rei" Pelé dijo que el futuro del fútbol estaba en el continente africano. Ya fuera debido a la ignorancia, o quizás producto de esa pedantería con la que nacemos los privilegiados habitantes del "primer mundo", todos nos llevamos las manos a la cabeza. Mal hecho. En Africa aprenden muy rápido, y como "más cornás da el hambre", los habitantes de Camerún, Nigeria o Senegal ven en el fútbol su única puerta para poder entrar en Europa como ciudadanos normales, sin necesidad de ninguna patera. Durante la transmisión de Antena 3, uno de sus comentaristas dijo: "este Diouf se está reivindicando ante el mundo", como si El Hadji Ousseynou Diouf, que lleva jugando en la Liga francesa desde 1998 y en el Lens desde hace un par de temporadas, se hubiera colado de "strangis" en el partido inaugural. Claro que Diouf es un fenomenal jugador, y posee algo mucho más importante: tiene sólo veintiún añitos.

El Mundial japonés-coreano ha empezado como nunca, dándole un "fevernovazo" entre ceja y ceja al equipo "chauvinista" por excelencia. Espero que Jean Marie Le Pen haya visto el partido, y si no le gusta el fútbol que por lo menos se lo hayan contado. Gol de Bouba Diop, y Fabien Barthez sin poder evitarlo. Va a tener razón al final Pelé.

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