Sándalo y alcornoques

Luciano Gaucci, impensable presidente del Perugia, debe estar clasificado entre los tres o cuatro presidentes de clubes de fútbol más tontos del mundo. Italia, la selección de su país, ya no se encuentra en el Mundial, pero seguro que él, en representación de los italianos, podría optar al menos a medalla –yo apuesto a que se haría con el oro– en el "top ten" de los tontos, el ránking de los directivos más descerebrados del "planeta fútbol". El tal Gaucci, un auténtico alcornoque, ha decidido echar del club que mal preside al futbolista coreano Ahn, el hombre que con su gol certificó la eliminación de los de Trapattoni. Y no sólo eso. Le ha acusado de "ofender al país que le acogió" y le ha aconsejado "que se vuelva a Corea a cobrar cien liras al mes". Como yo no me creo que pueda haber un tonto tan tonto como éste, sólo veo una posibilidad y es que Gaucci, que es empresario, quiera deshacerse de Ahn cuanto antes para evitar que paguen los platos rotos con su negocio. ¿De verdad que el tal Gaucci pensaba que Ahn no iba a jugar bien contra Italia sólo porque le fichó el Perugia?

Alcornoques los hay en todos sitios, también en los medios de comunicación. El periodista de Il Messaggero cuenta que Ahn llegó al Perugia "en el paquete" del patrocinador económico Daewoo. Le echa en cara que es "alérgico" al idioma italiano (¡toma, como le pasaba a Christian Vieri con el castellano!), que sólo sabe decir "ciao" (¡toma, como me sucede a mi!) y que sólo se alimentaba de chocolate. El diario desvela, como apoteósico final de su concienzuda "vendetta" periodística, que la madre del delantero es una empedernida jugadora. Si yo fuera Ahn preguntaría: "¿queda algo más por ahí?"... Seguro que el fisco italiano le sigue ya el rastro por mediación de Silvio Berlusconi.

Siempre hubo una frase de Rabindranath Tagore que me llamó la atención: "sé como el sándalo que perfuma el hacha del leñador que le hiere". Ahn se ha portado como eso, como el sándalo que reclamaba el premio Nobel de Literatura, con esta panda de auténticos alcornoques. El jugador ha agradecido al fútbol italiano la oportunidad que le dio para jugar en su Liga, reconociendo además que allí aprendió muchas de las cosas que luego puso en práctica. En un mundo tan competitivo como este, reconozco la dificultad de comportarse como el sándalo de Tagore. Ahí afuera hay muchos más patanes por metro cuadrado de los que uno pudiera imaginarse. Pero Ahn ha salido indemne de la prueba. Como dice el proverbio chino: "la flor de loto asoma inmaculada del fango". Lo siento por el Perugia.

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