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Enrique de Diego

De qué va el Grupo Moll

La hipótesis lanzada de que el Grupo Moll podría adquirir Localia, en todo o en la parte donde tiene diarios, ha sido correctamente interpretada por Libertad Digital como un posible pacto entre amigos, en el que podrían establecerse cláusulas contractuales lampedusianas: que algo cambie para que todo siga igual. Podría representar, de llevarse a efecto, una alianza, que simplemente serviría para fortalecer la estrategia polanquista en pro del monopolio total. Una mentalidad que comparte el Grupo Moll.

Según la publicación especializada Intermedios, el resultado de explotación de dos de sus principales diarios, Información de Alicante y Levante de Valencia, tuvo importantes bajadas el año pasado: -25,09%, el primero, -43,58, el segundo. Esos datos son especialmente relevantes porque el Grupo ha venido obteniendo los beneficios con los que ha de paliar los agujeros negros de “las opiniones”, la cabecera bajo la que se alinean los periódicos deficitarios, el último La Opinión de La Coruña, que es, por ahora, un desastre empresarial.

El empresario Franciso Javier Moll de Miguel dio el salto de su aventura canaria a grupo mediático merced al proceso de privatización de los medios de comunicación del Movimiento. En concreto, los referidos de la Comunidad Valenciana fueron adquiridos mediante préstamos de las cajas provinciales de Valencia y Alicante, bajo control socialista, y que luego debieron ser absorbidas por CAM y Bancaja por mala gestión. Para que se entienda, Moll no puso una peseta de su bolsillo. Adquirió con préstamos de mil millones de pesetas de los de entonces. En pleno proceso de traspaso de poderes del PSOE al PP, Bancaja concedió un crédito multimillonario para poner en marcha un centro impresor, que hasta ahora, en principio, no ha visto la luz. Podría decirse, a tenor de los datos, que el Grupo Moll no está para comprar.

No está de más indicar que Localia está siendo un sonoro fracaso, pues además de ilegal, lo que en el mundo de los medios da lo mismo, ha cercenado un proceso interesante televisiones locales para generar una cadena generalista de medio pelo. En Alicante, por ejemplo, Canal 37, apostando por contenidos locales, tiene una audiencia, confirmada por Sofres, de 209.000 espectadores, mientras Localia está pasando a la marginalidad.

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