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Germán Yanke

Habilidosamente...

Cardenal es bondadoso y Atutxa, solo o acompañado de otros, es lo que durante el nazismo se llamaba un “colaboracionista”. Cardenal es bondadoso porque afirma en su escrito que los querellados han tratado de enmascarar habilidosamente su negativa a dar cumplimiento a una resolución judicial del Tribunal Supremo. La habilidad de los nacionalistas (comunistas deglutidos, como en los tiempos de Hitler tan apasionadamente relatados en el magnífico libro de Kempeler, ahora traducido al español) se dirige a la protección de los criminales de ETA y sus secuaces, no a la ocultación de este objetivo político de colaboración que está más que claro. Lo que quiere Atutxa es formar, antes o después, una mayoría nacionalista que incluya sin reparo el totalitarismo violento en su seno y, así, salirse con la suya. Es lo que hacían los colaboracionistas del nazismo.

Perdonará el lector que me siga mi insistencia, pero creo que algunos conceptos claros y distintos son importantes para juzgar la actualidad política y exigir responsabilidades a los políticos. ETA-Batasuna es una organización terrorista en la que el terrorismo no es sólo un instrumento sino parte fundamental de su ideología. Los partidos nacionalistas e Izquierda Unida, protegiéndoles, asistiendo a los criminales presos, olvidándose voluntariamente de los agredidos, vulnerando la ley y contraviniendo la democracia, son colaboracionistas que quieren sacar tajada ahora, converger con los anteriores y, si pueden, dirigirlos, ya que afirman tener los mismos fines.

¿Cree alguien que si el PSOE supiera que algunos de sus concejales han sido elegidos alcaldes con los votos de unos imitadores de los nazis se contentaría con darles audiencia? ¿Cree alguien que si el PSOE supiera que algunos de sus alcaldes desean formar gobiernos municipales con los nuevos colaboracionistas apelaría a la libertad de pactos? El drama de España es que no llamamos a las cosas por su nombre, como ahora se habla de “golpe” en la Asamblea de Madrid, banalizando el mal y soportando su indignidad. Y lo saben, aunque prefieran, también en este caso, salirse con la suya. Si alguien quiere llamarlo habilidad…

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