Guillermo Vilas no tenía una opinión demasiado buena sobre la modalidad del dobles. Y es cierto que hay muchos tenis diferentes y no sólo dependiendo de la superficie en la que se juegue. No es lo mismo un partido individual masculino (básicamente por la velocidad de la bola) que uno femenino, ni tampoco un partido de dobles entre hombres que uno entre mujeres. Y mucho menos un partido mixto. Pero el caso es que, le gustara o no al magnífico Vilas, la especialidad del dobles puede decidir (y de hecho decide en muchas ocasiones) la Copa Davis, el "Mundial del tenis". Estoy seguro que España llegará tres o cuatro veces más a la final de la Davis en los próximos diez años. Tenemos jovencísimos jugadores de presente (Ferrero o Moyá) y tenistas más jóvenes aún (López, Robredo, Nadal...) cuyo talento los convertirá muy pronto en "seleccionables", pero si España quiere volver a ganar la Copa Davis habrá que trabajar en la formación de una pareja sólida y con posibilidades reales de luchar por ese punto decisivo. En caso contrario lo tendremos complicado.
El "G-3" sólo ha dado en Melbourne un paso valiente, ahora le falta el otro. La sustitución de Costa por Feliciano ha sido, a pesar de los pesares, un acierto. Woodbridge es simplemente uno de los mejores doblistas de toda la historia y Arthurs es un acompañante que no desentona. Pese a nuestros buenos deseos e intenciones, la debacle de la madrugada del viernes se veía venir. Pero al equipo de entrenadores encabezado por Jordi Arrese le faltó probablemente un punto de arrojo. ¿Por qué no Robredo? Tommy es, aunque no lo parezca, nuestro mejor especialista sobre hierba, por delante incluso de Feliciano López. Quizá decidieran confiar en Alex Corretja —un tenista a quien en su día valoré en su justa medida— como motivador de un grupo de tenistas jóvenes, pero ¿para qué hacerle jugar un punto como el dobles? ¿y por qué insistir en ello cuando Alex no estaba físicamente bien? Corretja ya no es el mismo.
Juan Carlos Ferrero perdió ante Lleyton Hewitt y Mark Philipoussis de la forma más dolorosa posible. El valenciano llegó hasta el quinto set y ahí se hundió. Contra Philipoussis remontó un 2-0 en contra y luego cayó por 6-0 cuando el número uno australiano tenía ostensibles problemas en su hombro. Pero Ferrero volverá a ser decisivo en el futuro para el equipo español. Moyá jugó francamente bien ante el "bombardero" australiano. Aunque el dobles sigue siendo nuestra asignatura pendiente. Lo bueno de esto es que concluye la Copa Davis e inmediatamente empieza otra vez. Ahora espera la República Checa (6-8 de febrero) de Jiri Novak y Radek Stepanek. Habrá que esperar que el "G-3" avance otro pasito.
