Es conocida la frase del mítico entrenador del Liverpool Bill Shankly, quien, refiriéndose al juego del fútbol, dijo lo siguiente: "No es una cuestión de vida o muerte, es mucho más importante que eso". Shankly, uno de los técnicos más respetados de la historia, se tomaba tan en serio este deporte que, a propósito de un partido de gran trascendencia, afirmó esto: "Ninguna enfermedad me hubiera mantenido alejado. Si hubiese estado muerto, hubiera hecho sacar la caja, ponerla en la grada y hacer un agujero en la tapa". Debió ser un gran estratega, pero era sobre todas las cosas un extraordinario motivador. Tom Smith trataba de explicarle que su rodilla estaba maltrecha y que así no podía seguir jugando, cuando Shankly le soltó en la cara esto: "Quítate el vendaje y esa no es tu rodilla... ¡es la rodilla del Liverpool!"... Imagino que Smith regresaría al campo e incluso marcaría el gol de la victoria para su equipo.
Luiz Felipe Scolari, el entrenador de la selección de Portugal, empieza a tomarse su partido del domingo contra España como lo haría el mismísimo Shankly. Algunos medios españoles trataron de recabar su opinión sobre el partido, y éste contestó tajante: "Yo no hablo ahora con los españoles. Es una guerra, y en las guerras yo tengo que matar o morir. Es mejor que no nos hablemos". Viendo que la prensa española cargaba las tintas sobre la designación del árbitro sueco Anders Frisk, Scolari —más listo que el hambre— ordenó primero a sus futbolistas que se callaran, y ahora ha salido él mismo a la palestra para dejar claro que para Portugal, para la selección portuguesa y también para la federación que sustenta al país organizador de esta Eurocopa, el partido contra España no es que sea una cuestión de vida o muerte, no, sino que es mucho más importante que eso.
