Tras confirmarse los sondeos realizados a pie de urna, la victoria de Florentino Pérez ha sido incluso mucho más aplastante de lo que en principio pudiera preverse. Desde luego la suya ha sido la campaña más inteligente de las tres, (el sábado, incluso, pidió astutamente perdón a los socios por el cariz tan absurdo que había ido adquiriendo poco a poco el proceso electoral) y probablemente también la única que expuso un proyecto deportivo solvente para el futuro y no se limitó únicamente a sacarse del sombrero nombres de posibles fichajes. Hablaron los socios del Real Madrid, y yo pienso que –aunque habrá mucho tiempo en los próximos días para poder interpretarles con tranquilidad– está bastante claro lo que han querido decir.
Con su masiva afluencia a las urnas, lo primero que yo creo que han querido decir es que ellos no son niños de teta que se dejen manipular fácilmente; de hecho, Lorenzo Sanz perdió las elecciones del año 2000 inmediatamente después de haber ganado una Copa de Europa. Algunos de los socios que he podido ver a lo largo de la jornada estaban indignados, y muchos de los que votaron por correo a Florentino han decidido personarse en las urnas, anulando así su voto anterior y, supongo, volviendo a apoyar al mismo candidato. Es curioso pero la "cutre-campaña" que hemos vivido ha tenido al menos la virtud de movilizar e implicar a los socios. Estas habrán sido también las elecciones con la participación más alta en la historia del Real Madrid, y aunque Lorenzo Sanz y Arturo Baldasano serán muy libres de defender sus derechos como mejor crean conveniente, lo que pienso también que han querido decir los dueños del club es que no quieren ver al Real Madrid ni un minuto más en los tribunales de justicia.
