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Agapito Maestre

AFAMMER

El sectarismo siempre mata dos pájaros de un tiro: por un lado, se carga una ONG con 23 años de actividad y, por otro lado, trata de desprestigiar a una persona incansable en su lucha a favor de las mujeres rurales

Les voy a contar, hoy, otro ejemplo de sectarismo del gobierno de Zapatero. Tiene que ver con el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, particularmente con la Dirección General de Desarrollo Rural, que se niega a darle una subvención digna a una ONG modélica en el ámbito del mundo rural. ¿Por qué? Pues, seguramente, porque quiere discriminarse a una mujer del mundo rural, la única, que es diputada del Congreso. Sí, pero, además, es diputada por el PP, lo cual ya no es de recibo para el estrecho “espíritu” democrático del Gobierno de la nación en general, y el de la ministra de la cosa en particular.

Me refiero a la ONG que responde por las siglas de AFAMMER, o sea, Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural, que funciona ejemplarmente, desde hace 23 años, con muy pocas ayudas, con el único objetivo de promocionar la mejora de las condiciones de vida social y económica de la mujer en el ámbito rural. Lograr, pues, la formación y educación necesarias para que las mujeres de esta esfera puedan incorporarse al mercado laboral en igualdad de condiciones que las mujeres procedentes del medio urbano es la principal preocupación de esta ONG. Las actividades AFAMMER están dirigidas a la formación para el empleo y la “cualificación” profesional de las mujeres, sin olvidarse de ofrecer una información rigurosa sobre la defensa del medio ambiente y la promoción cultural. Esta ONG cuenta con más de 166.000 afiliadas en 15 Comunidades Autónomas. No creo que haya muchas ONG´s de estas características y tampoco creo que exista otra similar con ese número de afiliadas. Por lo demás, su labor es evaluable y cuantificable con datos objetivos y, según todos los expertos, sus resultados no pueden ser más positivos.

Sin embargo, este año el gobierno de Rodríguez Zapatero ha querido desmontar AFAMMER, seguramente, para darle protagonismo a una ONG creada, recientemente, bajo su manto protector. Para destruir a AFAMMER el ministerio de Agricultura prácticamente les ha retirado las subvenciones sin más información que el silencio. Casi un año han tenido que esperar para recibir alguna señal de los irresponsables de la Dirección General de Desarrollo Rural. En efecto, después de que esta asociación protestara por la falta de transparencia de la ministra, recibieron una resolución que les concede una subvención ínfima, comparada con la del pasado ejercicio se reduce en más de un 80%, para comenzar a trabajar. El Ministerio exige, además, que las actividades educativas deben llevarse a cabo en menos de un mes. Inaudito. Ellos no resuelven la ayuda en 10 meses, pero quieren que se impartan las actividades y justifiquen en menos de un mes.

A la luz de estos datos, es obvio que el trato discriminatorio de la ministra hacia esta asociación sólo tiene un motivo: la destrucción de la ONG más importante del mundo rural, sencillamente, porque no la controla el PSOE. De paso, se intenta destruir la labor de una mujer, que ha sido el estro de esta organización durante 23 años, pero que, ahora, no está bien vista, porque es diputada del PP. Sí, porque el PSOE no soporta que Carmen Quintanilla, que es el nombre de la diputada, sea la única mujer, repito, que representa al mundo rural en el Parlamento, le quita la subvención a la ONG de la que ellas es el alma. El sectarismo siempre mata dos pájaros de un tiro: por un lado, se carga una ONG con 23 años de actividad y, por otro lado, trata de desprestigiar a una persona incansable en su lucha a favor de las mujeres rurales, pero que tiene el defecto, según los socialistas, de formar parte del PP, pero olvidan que antes fue de UCD y, mucho antes, fue por libre, pero siempre con un único objetivo: dignificar la vida de la mujer rural.

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