Parecería que el Polo Democrático fuera el dueño de los medios colombianos o, por lo menos, que estos comparten su orientación política. En la actualidad, ningún otro partido o grupo político moja tanta tinta, tan constantemente, como esa agrupación. No es sólo la prensa escrita la que parece estar enamorada del Polo; las cadenas televisivas, lo mismo que la radio, han caído bajo el mismo embrujo. Sus conflictos internos, montados a manera de show, y su reciente ambivalencia con respecto a las FARC han sido orquestados como una táctica publicitaria.
Tanta prensa gratuita ha tenido un fenomenal resultado para la izquierda colombiana. El Polo Democrático ahora tiene tribuna permanente, para que se conozcan sus hombres. ¿Quién en Colombia no sabe hoy quién es Petro, Robledo o Dussán? Naturalmente, todos reconocemos a Garzó, alcalde de Bogotá, y a Moreno, candidato a serlo. También conocemos los diferentes matices de María Emma Mejía, quien cambia de partido de acuerdo al sol que más alumbre.
Esto en sí no tiene nada de malo. La función de la prensa es informar y hacerlo sin tomar partido, o sea, con imparcialidad. Los medios deben darle la misma importancia a diferentes ideas o posiciones. Pero en Colombia esto jamás ha existido. Los medios colombianos, generalmente, informan sobre la tendencia política por la cual se inclinan. Tanta prensa gratuita para el Polo me parece extraña. ¿Cuándo ha recibido el Partido Conservador tanta tinta en las páginas de la prensa liberal? Nunca, que yo recuerde. ¿Es acaso que la derecha nunca mereció que se conocieran sus propuestas y sus hombres? En parte, la derecha, el Partido Conservador específicamente, se ha visto asfixiada por no tener suficiente prensa.
Creo que algunos medios se están dejando manipular por el Polo, intencionada o inocentemente. ¿O será que estos medios se han convertido en izquierdistas, tan de moda, y no están dispuestos a darle un espacio equitativo a la derecha?
Es bueno que en Colombia exista finalmente una izquierda organizada. Me gustan algunos de sus líderes reposados y pensantes, como Patricia Lara y Carlos Gaviria. Creo que era necesario, casi urgente, que existiera en nuestro país un partido como el Polo. Entre otras cosas porque una izquierda seria trae como consecuencia lógica una derecha organizada. Por lo menos eso espero. ¡Pero no exageremos! Para la democracia es importante que se den a conocer todas las corrientes que la conforman, desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda, pasando por todos los matices. Sólo cuando esto se logre seremos una verdadera democracia.