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¿Una nueva revolución americana?

Después de tanto gasto, nacionalizaciones y rescates financieros, Obama y los suyos han logrado ya despertar al gigante callado que es el pueblo norteamericano, hasta ahora demasiado paciente y bondadoso con esta administración.

antodasa dijo el día 16 de Agosto de 2009 a las 05:42:

Yo siempre pensé que eso de la agitación y la propaganda desde el propio gobierno, al mas puro estilo chequista y socialista, era solo cosa de España, pero jamás se me ocurrió que estas cosas sucedieran en EEUU. Es muy preocupante la deriva que está tomando EEUU con el mesías negro.

Pues Dios le escuche D.Alberto y el pueblo useño sepa rectificar a tiempo, porque si hay un pueblo capaz de rectificar de acuerdo a su historia, su cultura y su amor por la libertad, ese es el pueblo useño. Y necesitamos ese cambio aquí en España, al menos para privar al iluminado de La Moncloa del fuego de cobertura que le brinda el neo-socialismo obamita y dejarle cada vez mas solo a él y a su perro faldero ROJOy.

Soñar es gratis, y sueño que esa revolución mande definitivamente al socialismo a un rincón de la historia y se produzca un contagio internacional que nos llegue a nosotros como agua fresca de mayo, que tanta falta nos hace.

LucioSil dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 23:44:

Señor Acereda más vale que tenga razón y el ciudadano estadounidense empiece a reaccionar y no se fien en la fortaleza de sus instituciones porque la izquierda es un hongo muy potente y pudre hasta la madera más dura en menos tiempo del que se piensa.

Las tácticas y palabras de esta gente recuerdan a los rojeras de aquí, es la obsesión de estos imbéciles progres de USA de copiar lo europeo como si fuera algo bueno, muchas veces creo que hay más tontos en USA que en España y ya es decir. Tienen lo mejor y lo tiran para comprar la basura. Espero que reaccionen y echen a Obama y sus amigos de la ceja de Hollywood a patadas por el bien de todos.

Aguilib dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 21:14:

…”y también, bajo dicha ley resulta obvio que los viejos molestan y que los llamados "servicios para acabar la vida" se justifican vergonzosamente como medio de ahorrar en gasto sanitario. Lean si no la sección 1233...”

¡Que coincidencia más planetaria! El d`horror Montes, también se basaba en el articulo 33, cuando atendía a los abuelitos en las urgencias.

xaviqaz dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 20:16:

Por qué el movimiento conservador americano no reaccionó en la era Bush contra lo mismo que denuncia ahora? Despilfarro, deficits record, intervencionismo... Parece que necesitan estar en la oposición para denunciar los excesos, como en el 94. Por esa falta de coherencia les va a costar mucho recuperar la mayoría.

vivacai dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 16:26:

Muchas gracias, D. Alberto, por tenernos alerta e informados de cuanto sucede por las americas, de la farsa y peligro de tanto progre e idiota que andan sueltos por esos lugares de Dios.
Por aquí veo a la panda de indocumentados que nos desgobiernan y me entran ganas de emigrar a USA que por lo menos "al caféconleche" lo padecerán tan solo 8 años máximo.
D. Alberto; ahora que se cumplen 40 años del concierto Woodstock, (principio y fin de los 'hippies') me gustaría saber su opinión sobre este fenómeno y su repercusión en la sociedad americana.
De antemano le comento que considero esa generación como los mejores y más creativos musicalmente pero más idiotas politicamente hablando( la mayoría se han posicionado claramente por Obamita y el Partido Demócrata).
Muchas gracias y hasta pronto

KingCreo dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 12:41:

Interesante Sr. Acereda, pero ya iremos viendo si tiene razón. Por lo pronto en Los Angeles ya han pegado unos carteles caricaturizando a Obama como el "Joker". Pero en todo caso es como mucho "revolución ESTADOUNIDENSE" no Americana. El resto de América, para bien o mal, no está implicada en eso. Todavía en América tenemos que hacer una gran revolución para cambiar el rumbo de nuestras naciones.

fromspan dijo el día 15 de Agosto de 2009 a las 10:50:

Un estilo autoritario parece estar barriendo el mundo. Con talante, eso sí, con fachada, pero autoritario. Quizá haya ocurrido siempre.

En Estados Unidos, hace unos días, hubo un revuelo periodístico cuando un responsable de la Casa Blanca invitó, por medio de la página web oficial, a que los ciudadanos que tuvieran conocimiento de críticas, a través de las redes sociales de Internet y correos electrónicos, sobre el poco más o menos que frustrado plan de salud pública, el conocido como “ObamaCare”, que hicieran llegar estos mensajes críticos a un departamento establecido para el caso. Algunos comentarios de prensa y blogs de Internet elevaron sus protestas comparando a la administración Obama con las prácticas político-policiales de vigilancia y denuncia de vecinos disidentes en la Cuba de Castro.

Por otro lado, las interpretaciones de prensa más benévolas quisieron ver en esta iniciativa oficial un modo de identificar los aspectos más criticables del proyecto para así poder revisarlos. Sin embargo, el Sr. Obama, en una posterior aparición en apoyo del candidato a gobernador de Virginia, realizó las siguientes declaraciones: “Yo, espero que se me haga responsable…… pero no quiero que aquellos que generaron el desastre hablen más de la cuenta. Quiero que se aparten del camino para que podamos limpiar la suciedad. No me importa limpiar lo que ellos han ensuciado, pero no que hablen más de la cuenta”

Fue ante estas declaraciones cuando la sensibilidad democrática de la prensa americana no ha podido seguir con su interpretación “buenista”. El mismo comentarista, James Taranto, del prestigioso e influyente Wall Street Journal, que había condescendido con benévola tolerancia a la iniciativa de la Casa Blanca, rectificaba hoy sobre este asunto, de la siguiente forma: “Nosotros estamos modificando nuestro punto de vista……” “La administración del Sr. Obama, quizá a causa de su desesperación, está adoptando un estilo retórico crecientemente autoritario” …… Continua el Sr. Taranto, “Es perfectamente aceptable, aunque no viniendo de un presidente, que Obama disienta de los republicanos y de la administración anterior. Pero decir que “no hablen más de la cuenta” va más allá de lo permitido. Esto es América, y ellos tienen el derecho constitucional de hablar todo lo que quieran. Decir que “se aparten del camino” también resulta problemático. Los republicanos, cuyo mandato concluyó después de las últimas elecciones están fuera del camino, habiendo dejado el gobierno para dar paso a Obama. A sus hombres y a sus aliados en el Congreso. ¿Qué puede posiblemente querer decir aquí el presidente sino que los republicanos de la oposición dejen de participar en política --- otra vez, algo que, en América, ellos tienen un perfecto derecho a hacer?” – Hasta aquí el comentario de James Taranto, editor de la página online del WSJ, que también deploró las referencias de violencia física de algunos políticos.

Obama, como buen socialista, en el sentido más político del término, parece tener tendencia a hablar de tolerancia para después consagrarse a regular y prohibir a diestro y siniestro. Igual que nuestros socialistas de a este lado del charco.

Por mi parte, no puedo dejar de sentir una sana envidia hacia esa pronta sensibilidad del “Esto es América, y ellos tienen el derecho constitucional de hablar todo lo que quieran.” ……… “esto es América” y aquí todo el mundo tiene derecho a participar en política, que tiene la prensa y la sociedad americana en comparación con la nuestra. ¿Cómo sonaría?.... "Esto es España y aquí……., esto es España y aquí……"

Por eso estas líneas, para proclamar esa rebeldía contra los “cordones sanitarios”, los nacionalismos excluyentes”, las interferencias entre poderes del estado, la mentira política, y demás enfermedades de nuestra mal llamada democracia.

Un estilo autoritario parece estar barriendo el mundo. Con talante, eso sí, con fachada, pero autoritario. Quizá haya ocurrido siempre. De cualquier modo, habrá que seguir enfrentándose con exigencia de democracia y “flexibilidad cero” para con los talantes ilegítimamente autoritarios de nuestra clase política.

En Honduras, las instituciones han funcionado para evitar que lo ilegítimo fuera legal.