Menú
Cristina Losada

España como no país

Cuánto más discreto y prudente habría sido el presidente si hubiera contenido su ansia por presentarse como el salvador de los marineros. No atendió antes y como era debido a los familiares, pero se arrogó protagonismo al término del secuestro.

Aunque no lo parezca, el ministro de Justicia ha aclarado mucho al decir, desde alguna de las colinas romanas, que España "como país" no ha pagado a los piratas que secuestraron el atunero Alakrana. "Yo sólo puedo sostener que España como país no lo ha hecho", dijo con una frase que delata a la otra: miren, no querrán que deje de sostenerme en el cargo. Pero si España como país no ha pagado, quiere decirse que pagó como "no país", que es el status que le gusta a Caamaño para España. No en vano prestó sus oficios a la tarea de maquillar el Estatuto de Cataluña y es partidario de extender el modelo. Pues naciones somos todas, hasta el ayuntamiento de Bermeo con sus pancartas pro-etarras. Pero cuando toca pagar, lo hacen todos los españoles. 

A lo largo del alacránico episodio, el Gobierno exigió del público la suspensión de incredulidad, la aceptación de lo inverosímil y la ceguera voluntaria, siempre con el chantaje emocional de que, en caso contrario, peligraba la vida de los rehenes. Pero ahora que, por fin, ha desaparecido ese riesgo, aún reclama con mayor histerismo prudencia, discreción y, ¡ja!, responsabilidad. De la Vega ha advertido que no hay más que dos bandos en esta guerra: los piratas y el Gobierno, y que pedirle a este último cuentas por su gestión, equivale a izar la bandera de la calavera. El maniqueísmo para todo es la enseña del partido de Zapatero. 

¿Discreción? Bien. Que se hubieran aplicado el cuento. Cuánto más discreto y prudente habría sido el presidente si hubiera contenido su ansia por presentarse como el salvador de los marineros. No atendió antes y como era debido a los familiares, pero se arrogó protagonismo al término del secuestro. ¿No quedamos en que no pagó, como país, España? Y, en responsabilidad, ninguna lección ha dado un Gobierno que, tras el apresamiento del Playa de Bakio, en abril de 2008, demoró las decisiones sobre la seguridad a bordo de los pesqueros. Y, punto capital, optó por no perseguir a los delincuentes. Ahora tienen a Willy, pero dejaron escapar a unos cuantos que salieron del Alakrana. Imposible creer que un helicóptero de la Armada fuera incapaz de hundir su esquife.

Cuatro millones de dólares han salido de alguna parte. Si proceden total o parcialmente de las arcas, los contribuyentes tienen que saberlo. Hay que echar cuentas sobre los costes de la pesca del atún en el Índico. Y, en fin, imaginamos, Caamaño, que no irían hasta las costas de Somalia, a entregar el dinero, unos funcionarios españoles. Fíjese lo que les pasó a los que envió la Segunda República con el oro destinado a pagar el material de guerra soviético. Allí los retuvieron de mala manera y algunos no regresaron hasta después de la guerra.

En Sociedad

    0
    comentarios
    Acceda a los 4 comentarios guardados