Amigo Horacio, en su artículo habla constantemente de democracia. Dejando aparte la comparación con el totalitarismo nazi o bolchevique o castrista una cosa está bien clara, si usted cree que se están produciendo esas agresiones por pensar en contra del régimen deje de llamarlo democracia y empiece a llamarlo por su auténtico nombre: Dictadura y ahora además con el adjetivo totalitaria.
Mal se puede solucionar la enfermedad si los que escriben en periódicos y salen en teles y radios se niegan a llamarla por su nombre y a reconocer el diagnóstico.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo, los Camisas Pardas, como tú muy bien dices, ya están aquí otra vez fascistas o comunistas... ¿Importa realmente? Los que crearon los escuadrones de la muerte españoles para intentar acabar con el terrorismo, son los mismos que veinte años después negocian de tú a tú con con terroristas o se humillan ante sus exigencias, los que dejan tirada a una (antes) aliada saharaui en un aeropuerto español..., con estos mimbres..., es tan difícil que cualquier chavalín progre parado que sólo escucha la sexta se convierta en un aprendiz de camisa parda?
Y Wyoming, ¿tiene algo que decir a esto?
Mis sinceros deseos de recuperación al Sr. Tertsch. Salir de la secta y descubrir la luz cuando se ha estado metido en la oscuridad de todo lo que huele a odio y pensamiento único, trae estas consecuencias. El desgraciado éste del Wyoming ha sido el responsable mediático de este ataque cobarde. Por la espalda -que valiente- como recordemos que hacían para después dejarlos en las cunetas. Estos polvos nos traerán esos lodos. Y quienes crean que están a salvo, están muy equivocados. Nadie se librará, si no ponemos remedio cuanto antes, y no me refiero a nuestros políticos y prensa que viven, salvo escasas excepciones, en su mundo virtual. Hay que tener clara una cosa: Primero vinieron a por los periodistas, y como yo no soy periodista no hago nada; después vinieron a por los de derechas, y como yo soy de izquierdas no hago nada, después vinieron a por los empresarios, y como no soy empresario no hago nada, después vinieron a por nosotros, y ya no quedaba nadie para protestar.
Hace mucho que empezaron, no nos engañemos: la patada a Antonio Aguirre, la agresión a San Gil en Santiago... el nuevo frente popular es tan fascista como el viejo, y tenemos sobradas muestras de que no hay Estado de Derecho. Estamos a la intemperie y esto sólo puede empeorar.
Ya están aquí. Joer, esto tiene muy mala pinta. Luego unos por otros y se liará la marimorena. Y la culpa será de aquellos que peor prensa disfruten. ¡Ay el agitprop!