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¡Abajo la hipocresía!

El juicio del Supremo tiene para nuestros protagonistas, entre ellos, el partido del Gobierno vasco, que es el partido del Gobierno de España, el mismo peso que la opinión emitida en la barra del bar por un parroquiano cualquiera. Ninguno, cero, nulo.

Senex dijo el día 5 de Mayo de 2011 a las 10:33:

En la medida en la que, ajeno a cualquier competencia jurídica, se me pueda permitir escribirlo, yo, si me tuviera que atener a la estricta juridicidad de los argumentos, hubiera sido uno de los jueces discrepantes en las recientes sentencias del TS sobre la ilegalización de Sortu y de Bildu. Por otra parte, ayer y hoy, estamos asistiendo al debate en los medios y en los agentes políticos sobre la juridicidad de la ejecución de Bin Laden a manos de un comando estadounidense en tierras del Pakistán. Podemos establecer, en el plano de la juridicidad, una analogía, si bien relativa: la de que las leyes del derecho positivo no bastan - mal que les pese a los teóricos del derecho estatuido- para proteger a la sociedad real en determinadas situaciones que se nos imponen en el devenir de los días. Ya sé que se ha elevado a dogma la expresión "el fin no justifica los medios"; sin embargo, es mi opinión que ese "dogma" ha sido repetidamente contradicho y desautorizado por la realidad histórica. Principios éticos, en buena parte de génesis histórica, y las cambiantes realidades presentes deberían cohonestarse. Cristina, al hilo de su estimulante artículo, admítame esta pequeña divagación.
Con admiración y afecto.

bigastr dijo el día 5 de Mayo de 2011 a las 00:56:

Efectivamente, tienes razón. Vaya ejemplo que dan los gobernantes que ningunean al Tribunal Supremo.
¡En qué manos estamos!

La discreción y secreto que los EEUU han tenido con la operación del ataque a Obama Ben Laden, ha sido el factor fundamental para tener éxito.
Si lo hubiesen comunicado a Pakistán, Afganistán, a ZP o a Rubalcaba sus intenciones, seguro que alguno de los dos últimos, por inercia, habría dado el chivatazo o soplo, para que Ben Laden eludiera la acción justiciera.