Ganar, y ganar, y luchar, y no parecerse a los otros más que en el empeño y afán. Porque ahora se ve muy claro, a nivel casi mundial, que los falsos igualitarios, ya que no han podido llevárselo todo, se lo quieren llevar a plazos: turno, y dejar que el buen gobierno permita cierta recuperación para volver otra temporadita y arramplar con todo lo reparado, dejando a la gente, las sociedades, la educación de la juventud, las escuelas, cada vez más míseras, más desamparadas, más exangües.
La recuperación con Aznar, y el ahorro destinado al AGUA acabó en cerveza, condones, ruido, y en harenes y en más sangre de niños deshechos, y en jóvenes alcohólicos y tatuajes y aros en el hocico como los cerdos. Hay que cuidar el orden elemental.
Está Vd. Don Agapito empezando a entrar en razón, espero que le sigan otros de LD.
Le oí a Vd. una frase hace unos tres años (puede que incluso antes de las anteriores elecciones, no estoy seguro) que me dejó atónito: "El mal menor que representa el PP no deja de ser un mal"
Todos hemos tenido que optar a veces en nuestras vidas por el mal menor, no sé a santo de qué la política tiene que ser una excepción.
Cinco millones de parados es una catástrofe insoportable, habernos podido manejar con cifras del entorno de tres millones hubiese sido también un mal ¿Es el mismo mal tres millones de parados que cinco Don Agapito?
Me gusta leerle y escucharle a Vd. pero un capón de vez en cuando ni al mejor filósofo le viene mal, cuando Rajoy no remontaba porque no remontaba, ahora que ha remontado resulta que no tiene programa, durante tiempo llegué pensar que Vds. estaban en lo cierto, ahora no, ahora creo que Rajoy ha hecho la única oposición que se podía hacer en la España actual, con la clase de trileros que nos gobiernan hay que saber jugarse los cuartos sin morir en el intento.
Un saludo
Agapito, creo yo, lamentando coincidir, según se dice, con el usualmente tan denostado, y para mí desconocido, Arriola, que en boca cerrada no entran moscas; y que entraría todo un enjambre a poco que Rajoy la abra. Siguiendo con la preciosa guía de los proverbios castellanos, también creo que no hay que pedir peras al olmo. Está demostrado, me parece, que el zapaterismo se basta y se sobra para derrumbarse a sí mismo. Dejémosle que siga en su tarea de auto-demolición. Yo deseo que en la próxima legislatura sea el PP el partido gobernante de la Nación, pero que lo sea vigorizado por la colaboración imprescindible de otros partidos, que los hay o surgirán, menos contemporizadores con las ideologías desintegradoras del Estado.
Atentamente.
No solamente los españoles han querido expulsar a ZP del sistema; los españoles le han dado una patada en las posaderas al Partido Socialista Obrero Español, que ni es obrero ni español.
Que es un partido que gobierno para la prosperidad de sus afiliados, olvidando al resto.
Que es un partido sin decencia ni moral incapaz de las mayores perversiones para seguir en el poder.
Que es una mafia a la que gusta hacer negocios con los terroristas.
Que son totalitarios mentirosos y anticristianos y su única obsesión es el enriquecimiento de su partido y de sus dirigentes, por encima de la prosperidad de España y de su Justicia Social.