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La carabela de Colón

Sólo han pasado 20 años desde su desaparición y ya nadie parece echar en falta su ausencia. Como la nave capitana de Colon, cada día se borra de la memoria colectiva de Cataluña todo lo que recuerde a España.

ATIsaac dijo el día 1 de Julio de 2011 a las 19:38:

Gracias por las precisiones: sí, era una nao, que es el nombre genérico que le dió Colón en su diario, para referirse a una carraca pequeña, según los especialistas, y diferenciarla de las carabelas. Aparejaba velas cuadras a diferencia de las carabelas, naves más ligeras, cuyas velas latinas fueron sustituídas por aquellas, más aptas para océano abierto, en Canarias, el 24 de Octubre de 1492.

Se tiene por la nave más famosa del mundo, con la excepción del Arca de Noé... salvo en Cataluña, claro (donde ni tan siquiera se les ocurre reivindicar la Nave de Mataró, un famoso modelo de 1450 que, colgado en una ermita de esa población, es el único conocido de una nave del tiempo en que comenzaron los descubrimientos, un siglo antes del modelo siguiente. Tras muchas peripecias... está hoy en un museo de Rotterdam).

Y no quiero darles más pistas a esos indeseables que, impunes, queman la historia real para inventar cuentos para adoctrinar borregos tontos. Que's fotin.

pintano dijo el día 1 de Julio de 2011 a las 18:06:


Estos detalles, que pasan desapercibidos para la mayoría son de una importancia capital: como la supresión de la bandera de España de los buzones de correos en Cataluña, y en la sede del Corte Inglés, BBVA, Banesto etc. en la Plaza de Cataluña, como el llamar Creu Roja Molins de Rei a lo que siempre se ha llamado y se debería de llamar Cruz Roja Española... etc Infinidad de ejemplos.

Y siempre detrás de cada gesto de este tipo hay un funcionario cómplice o cobarde (o ambas cosas) que ha consentido el desafuero y al que algún día habría que demandar por alta traición...

Erbilyos dijo el día 1 de Julio de 2011 a las 18:01:

Una puntualización: si era una nao, no era una carabela. Carabelas eran las dos naves que la acompañaron en su viaje por el Atlántico.

Este artículo destila melancolía, pero no la melancolía del nacionalista tal y como la describe y analiza Juaristi en "El bucle melancólico", la de quien añora un mundo que nunca existió y aspira a recrearlo, sino la melancolía de quien ve su mundo transformado por la acción del nacionalismo hegemónico y rampante, y no sabe qué hacer para evitarlo, o se da por vencido.

Sr. Robles, anímese y no se rinda.



ANS dijo el día 1 de Julio de 2011 a las 13:56:

Toda la vida he visto la Nao (que no carabela) de Colón
en el puerto de Bcn. Bajabas por las amblas y a la izquierda
del gran monumento a Colón estaba la Nao Capitana.

La gente podía visitarla, pagando un módico precio, y casi
la totalida de barceloneses hemos subido a ella y nos hemos
hecho fotos. Tengo algunas. Era un reproducción exacta de la
gloriosa Nao del Descubrimiento.

Hasta que los acomplejados y separatistas de Terra Lliure
(hoy ocupan cargos en ERC, CiU y Generalitat) le tiraron dos
cokteles Molotov y la dañaron.

Todos esperábamos que el Ayuntamiento reparase los desperfectos
que no fueron muchos, pero ocurrió lo que acaba de describir
el amigo Antonio Robles.

Igualmente, cada año para el dia de la Hispanidad se colocaban alrededor
del monumento a Colón (el mejor de todos los que hay en el mundo),
todas las banderas de los paises hispanos. Hace ya tiempo que
no se colocan.

Y la sociedad catalana sigue anestesiada por la doctrina nazionalsocialista del régimen "catalaní" hasta no se sabe cúando.

expat dijo el día 1 de Julio de 2011 a las 13:04:

Cierto. Yo recuerdo esa carabela de cuándo era niño y no me había dado cuenta de que había desaparecido (no vivo ya en Barcelona). Era un símbolo bonito y una lección de historia difícil de olvidar. Lástima.

Ahora bien, los nacionalistas sólo progresan porque los constitucionalistas no se ponen de acuerdo. Los partidos nacionalistas tienen un ideal por el que luchar y nunca van contra ese ideal.

Los partidos constitucionalistas tienen como único ideal el poder y son capaces de vender a su madre para conseguirlo. Es por eso que hacen cesiones a partidos nacionalistas.

ATIsaac dijo el día 1 de Julio de 2011 a las 09:22:

Afortunadamente, no es totalmente cierto; sí echamos muchos de menos esa carabela de nuestra niñez en el puerto de Barcelona, cuando más allá comenzaba la estiba de madera que le da nombre a esa parte: ese vacío se nota y se narra: "pues aquí, hace años..."

Es como un monumento inmaterial, el de la memoria de muchos, traicionada de una manera tan vil por esas instituciones políticas que son "políticamente correctas"... cuando quieren, sólo para mayor gloria de una parte -mínima- de la sociedad, de los mantras oficiales y del peculio particular de los que las manejan.

Es el drama de Barcelona: lo oficial no representa ni mucho menos una realidad que discurre ajena a esas verdades oficiales y, como cualquiera puede comprobar si pasea por esa ciudad, habla mucho más en ESPAÑOL que en catalán (conocido coloquialmente por esa presión como "catalino" o "catetolán"), realidad variada, multicultural de verdad, como siempre lo fue, y de raíz hispánica a pesar de todo. Y por mucho que lo disfracen o lo machaquen, no conseguirán que desaparezca, que ya les gustaría, ya...

bernur dijo el día 1 de Julio de 2011 a las 07:43:

ANP, eso sería cierto en paises homologables, como Francia, EEUU, etc. Pero en una nación donde su propio presidente de gobierno dice (y actúa en consecuencia) que el mismo concepto de nación es discutible sin que la oposición lo ponga a caer de un burro, cualquier situación por muy surrealista que sea se va a producir. Si el nacionalismo ha tenido tanto éxito -y esperen ustedes- es porque ningún gobierno español ha tenido el valor de afrontar la situación. Los socialistas, porque España es, en su credo, fascismo y facherío. Los peperos, porque están llenos de complejos y vacíos de altura de miras. Los sucesivos gobiernos han actuado como el padre que deja el coche a su hijo drogadicto: no puedes hacer eso y no esperar, sencillamente, que suceda lo mejor. Aunque si hablamos de padres, quizás el pecado original seguramente procede de los padres de la Constitución, que crearon el escenario perfecto para la catástrofe.
Bien, y ahora la solución, la única posible: refundar las autonomías, delimitando sus funciones y presupuestos, trazando líneas rojas que el Estado esté dispuesto a defender hasta sus últimas consecuencias:
-Retomar el control de la educación. Con todas las particularidades lógicas y deseables, pero en la base igual para todos.
-Control de los mensajes institucionales de los gobiernos autonómicos, exigiendo lealtad constitucional efectiva a sus políticos.
-Cierre inmediato de cadenas de TV y radio autonómicas: TV3, TV9, TeleMadrid, etc. Ah, bueno, y TVE también.
-Auditoría de las actividades culturales patrocinadas/promovidas/financiadas o lo que sea por los gobiernos autonómicos. Ustedes ya se imaginarán en busca de que.
-Fin inmediato de las multas lingüísticas.
-Fin inmediato (basta con que las sentencias se cumplan) de la inmersión lingüística.
Y lo dejo aquí, tengo más ideas, pero no más tiempo. Y se que es inútil, porque ningún gobierno español estará dispuesto a emprender siquiera la última de mis proposiciones. Así, los únicos que han demostrado voluntad han sido los nacionalistas, y han triunfado (¿a que suena a película de Riefenstahl?)
Saquen ustedes mismos las consecuencias.

ANP dijo el día 30 de Junio de 2011 a las 23:54:

Ya, pero la descripción del problema no es la solución. Y como toda la oposición al nacionalismo se limita a eso, a una relación de los éxitos de los nacionalistas, el resultado es que no hay oposición, sino que todo es nacionalismo, incluído este artículo, pura propaganda de sus logros. Hay que proponer algo. No hay ningún artículo ni noticia en los medios que dan cobijo a un tímido (o insistente) intento de oposición al nacionalismo que no oponga algo que vaya más allá de la ramplonería del "todos los nacionalismos son malos". Se puede hacer algo. Y lo que se puede hacer es vertebrar a la parte no nacionalista de la sociedad. No en contra de la parte nacionalista, pero sí con capacidad de demostrarle a mucha gente en Cataluña que hay vida fuera del nacionalismo. Si eso no se consigue, irán de victoria en victoria