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Guillermo Domínguez

Lo justo y necesario

Quien de fiestas quiere lo justo es Mourinho. Será muchas cosas el portugués, pero nadie puede dudar que es un profesional como la copa de un pino.

Estaba cantado que el Madrid iba a ganar la Liga y sólo faltaba conocer la fecha. Fue el 2 de mayo, en esa plaza siempre hostil que es San Mamés, y más ahora por la negativa de Florentino Pérez a acoger la final de Copa del Rey entre Athletic y Barça, lo que ha sentado como un tiro en el Bocho. Pero los leones de Marcelo Bielsa, afanados a otras causas –hace ya muchísimas jornadas que aparcaron el campeonato doméstico al haberse asegurado su presencia en la próxima Liga Europa–, no fueron tan fieros como los pintaron –o, mejor, como querían haberlos pintado–, y el equipo madridista sellaba el trigésimo segundo título liguero de su historia, primero de Mourinho en España.

Una Liga con mucho intríngulis por cómo ha tenido que ganarla el Madrid ante un Barça que ha dado la cara hasta el final, apretando las tuercas hasta el último momento pese a haberse dejado muchos puntos fuera de casa (Anoeta, Pamplona, Mestalla, San Mamés, Getafe...). Pero el triunfo en el clásico del Camp Nou fue el gancho directo al mentón culé que dejó a Guardiola y los suyos sin reacción para levantarse de la lona. Ha sido éste un campeonato marcado por los récords, en el que tanto blancos como azulgranas han pulverizado los 107 goles de la temporada 89/90, se han superado con creces las 41 dianas que firmó Cristiano Ronaldo la pasada temporada y en la que los madridistas, de ganar el próximo domingo al Mallorca, alcanzarán la friolera de los cien puntos. Una p... barbaridad, que diría aquel entrenador confinado a "ese país de allí arriba donde pintamos poco".

Cantó el alirón el Madrid a medianoche y esperó al día siguiente para festejarlo con sus aficionados en La Cibeles, en unas celebraciones que resultaron ser de lo más sosas. Sólo Casillas, visiblemente eufórico, y Pepe, que fue quien más se acercó al pueblo llano, se encargaron de poner vidilla. Llamativo fue, una vez más, el baile de cifras en los medios: mientras la Policía Municipal dijo que se congregaron unas 25.000 personas, Tomás Roncero contó más de 60.000 en As. Notable diferencia... Quien de fiestas quiere lo justo es Mourinho. Se podrá tachar al portugués de muchas cosas, pero nadie puede poner en duda que se trata de un profesional como la copa de un pino. Alejado del descorche, el entrenador se ha apresurado a reunirse con su admirado José Ángel Sánchez, la cabeza invisible del Madrid, para comenzar a planificar la próxima temporada. Salvo sorpresa que casi nadie espera, Lass, Carvalho y Altintop no seguirán en el club. Distinto será el caso de Higuaín, a quien muchos –parece que les va la vida en ello– quieren ver lejos del Bernabéu, renegando de las dos ligas que ha dado a los blancos. En cuanto a Kaká y Sahin, creo que Mou les dará otra oportunidad.

Estos dos últimos fueron titulares en el espesísimo partido que jugó el Madrid en Granada, donde fue recibido con el tradicional pasillo. Una vez amarrado el título, los de Mourinho jugaron andando en Los Cármenes, pero al final lograron los tres puntos ante un rival que acabó desquiciado. Incitados por su presidente Quique Pina, los jugadores del club andaluz cargaron las tintas contra el árbitro Clos Gómez por el hecho de ser zaragozano –el Zaragoza es otro de los clubes implicados en la lucha contra el descenso–, aunque mucho peor fue lo de Dani Benítez al lanzar una botella al colegiado. Una macarrada en toda regla, un acto impropio de un futbolista profesional. Que nadie se rasgue las vestiduras si al irascible jugador mallorquín le cae una sanción ejemplar.

Como ejemplar, pero en el buen sentido, es lo de Leo Messi dentro de las canchas. Una salvajada lo de sus cincuenta goles después de haber marcado siete en apenas tres días –aunque también hay que decir que cuatro de ellos fueron al transformar sendos penaltis "así, así", que diría Guardiola–, lo que le permite aventajar en cinco a un Cristiano Ronaldo que, salvo sorpresa, se va a quedar sin la ansiada Bota de Oro. Es la nota más positiva de un Barça que se queda sin Pep, despedido con todos los honores antes, durante y después del derbi ante el Espanyol. Si Mourinho fue manteado en San Mamés, los jugadores barcelonistas no quisieron que su técnico fuera menos en el Camp Nou. Se marcha Guardiola –aún le quedan los partidos contra el Betis y el Athletic, éste con la Copa en juego– pero Messi sigue para tranquilidad culé.

Nada, salvo el pichichi entre Cristiano y Messi, se jugaban Madrid y Barça en esta pasada jornada liguera que muy poco ha aclarado el panorama. Por abajo, Granada, Villarreal, Rayo Vallecano, Zaragoza y Sporting de Gijón siguen siendo los cinco candidatos al descenso. Los cuatro primeros dependen de sí mismos en la última fecha y se salvarán si ganan, mientras que el equipo de Clemente –quién iba a decirle que seguiría vivo a estas alturas– necesita sumar los tres puntos en Málaga y esperar a que vallecanos y maños pierdan. Por arriba, lo único que queda claro es que el Valencia amarra la tercera plaza tras su triunfo en el derbi regional, mientras que Málaga, Atlético de Madrid –en la semana en que se jugará la Liga Europa– y Levante pelearán por el otro puesto de Champions. Nunca entrar en Europa ha estado tan barato. Los rojiblancos necesitan sumar los tres puntos en El Madrigal y esperar a que el conjunto de Pellegrini, al que tienen ganado el golaverage, no haga lo propio, mientras que el conjunto de JIM, que recibe a un Athletic que no se juega nada, precisa de una carambola. Mallorca y Osasuna son los otros dos equipos que aspiran a una plaza continental, aunque en su caso sólo podrían clasificarse para la Liga Europa.

Sí se han dilucidado ya muchas cosas en otras ligas europeas. Como por ejemplo en Italia, donde la Juventus va a ganar el Scudetto sin perder un solo partido, a no ser que caiga en la última jornada en casa frente al Atalanta. Los bianconeri vencieron al Cagliari en Trieste y, sobre todo, se vieron beneficiados de la victoria del Inter sobre el Milan, lo que les permite conquistar el título nueve años después. Donde hay que esperar hasta el final es en Inglaterra. Los dos equipos de Manchester son los únicos aspirantes al campeonato, aunque lo tiene mejor el City que el United después de haber ganado en Newcastle con dos goles del exbarcelonista Yaya Touré. Además, hay que destacar también el título de la Copa inglesa conquistado el pasado sábado por el Chelsea en Wembley, donde se impuso al Liverpool. Los blues de Roberto Di Matteo han salvado ya una temporada bastante discreta y, por qué no, el próximo 19 de mayo sueñan con derrotar al Bayern en su feudo del Allianz Arena para levantar la primera Copa de Europa de su historia tras perder hace cuatro años la final de Moscú.

Al margen del fútbol, la semana nos deja el descenso de un histórico del baloncesto español como el Estudiantes, que pierde la categoría por primera vez en sus 64 años de existencia. Después de haber estado jugando con fuego durante toda la temporada, los colegiales caían en la última jornada frente a un UCAM Murcia al que necesitaban ganar por 14 puntos de diferencia. Los nervios acabaron por jugar una mala pasada al equipo del Ramiro: dominó todo el choque –incluso llegó a ir once arriba en el tercer cuarto–, pero acabó siendo víctima de su ansiedad. En cuanto a las eliminatorias por el título de la ACB, el Barcelona, que había asegurado la primera plaza con su triunfo ante el Real Madrid, jugará contra el Lucentum Alicante, mientras que los blancos lo harán ante el Banca Cívica. El Valencia se medirá el Lagun Aro, y Caja Laboral y Gescrap Bizkaia prometen un apasionante derbi vasco en cuartos de final.

Otros play-offs, los de la NBA, ya tienen a un primer semifinalista de conferencia. Se trata de los Oklahoma City Thunder de Ibaka, que han barrido a los campeones Dallas Mavericks. Salvo sorpresa, su rival será Los Angeles Lakers de Pau Gasol, que lo tienen todo a favor ante los Nuggets. Poco más que un milagro necesitan los mermados Chicago Bulls ante los Philadelphia Sixers, mientras que la serie entre los Clippers y los Grizzlies de Marc está de lo más igualada.

Las motos siguen deparándonos emociones fuertes. Como la que protagonizó Marc Márquez, que se impuso a Pol Espargaró en un final de infarto para conseguir la única victoria española en Estoril. Casey Stoner, una roca, ganó en MotoGP y arrebató a Jorge Lorenzo el liderato del Mundial, mientras que Maverick Viñales se quedó con la miel en los labios –sólo 55 milésimas le privaron del primer lugar del podio– ante el alemán Sandro Cortese.

Y la temporada ciclista tiene su primer plato fuerte con el Giro de Italia, que arrancaba el sábado en Dinamarca con Alberto Contador como gran ausente. A la espera de las grandes etapas de montaña (Mortirolo, Stelvio, Val di Fiemme...), Cavendish ya ha logrado un triunfo al imponerse en la primera volata de una edición que tiene muchos candidatos a la victoria final. Entre ellos, un español: Purito Rodríguez.

Si esto les parece poco, aguarden porque la semana que viene nos depara mucho más. Para empezar, la final española de la Liga Europa que el miércoles disputarán el Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao en Bucarest, con el alemán Wolfgang Stark, el amigo de Mou, como colegiado de la contienda, mientras que se cerrará con la última jornada de Primera División, con ocho de los diez partidos jugándose el domingo a las ocho de la tarde –sólo el Real Sociedad-Valencia y el Betis-Barcelona se disputarán el sábado–. Al margen del fútbol, esta semana se disputan el Masters 1000 de Madrid, con la polémica tierra azul como centro de las críticas; la Final Four de Estambul, con la participación del Barcelona Regal –los azulgranas, que aspiran a su tercer título de la Euroliga, se medirán al Olympiacos, mientras que el favorito CSKA de Moscú se las verá con el Panathinaikos en la primera semifinal– y, cómo no, el Gran Premio de España de Fórmula Uno en Montmeló.

Insistiré una vez más: no se muevan de ahí, ni pestañeen, y sigan conectados a Libertad Digital. Seguiremos (des)informando. Que sea lo que Dios quiera...


El Sr. Domínguez es periodista, editor de la sección de Deportes de Libertad Digital. Sígalo en Twitter:@Dr_Dominguez

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