Es una pena que no acudiera usted a ese debate. No hubiera desentonado en absoluto con el nivel imperante.
"ZP ya está acabado políticamente aunque, por supuesto, disfruta de emolumentos que para sí quisieran decenas de millones de españoles."
Me encantaría saber cuanto cobra el "visionario" ZP por este tipo de eventos "publicitarios".
Por otra parte, me alegro de que don César nos haya acercado un poco más a un personaje como Cañizares puesto que, para el común de los mortales, para los que pagamos impuestos y sufrimos la crisis en su forma más cruel, este tipo de personas, las cuales poseen tanta ambición y se rodean de tanto poder, nos resultan cuanto menos, curiosas.
Esas comidas toledanas, llenas de halagos y que resultaban tan agradables, no eran más que el engrase de la maquinaria propagandística de un sector de la Iglesia Católica española. Parece mentira que, don Federico, no se "oliera la tostada" en esos momentos y desconfiara más del señor Cañizares. Pero claro, ya se sabe, quien apuesta por algo corre un alto riesgo de perder y, en este caso, lo que estaba en juego era precisamente la continuidad de Jiménez Losantos en la COPE. El resto de la historia la hemos vivido y contemplado los seguidores de Federico y de César Vidal.
Lo mejor de todo esto, sin duda alguna, la cración de esRadio.
Un saludo don César.
"das de comer durante años a un pobre desgraciado que no ha terminado ni el bachillerato, que tiene una esposa alcohólica y un hijo delincuente, que no ha madurado ni tras cumplir los cuarenta y se convierte en un fanático que no pierde ocasión de darte puñaladas por la espalda".
Es bastante feo, señor Vidal, hacer este de menciones. Los que sigan un poco los comentarios de otras entregas sabrán a lo que se refiere. Ha caído usted muy, pero que muy bajo.
Por cierto ¿a usted no ha estado dándole de comer la Cope? Ah, que usted las puñaladas las da a la cara, ¿no?
Por otro lado, en este artículo parece que ha perdido el norte. Aprovecha cualquier situación para despotricar de todo lo que huela a católico. Siento lástima de usted. Le tendré en mis oraciones.