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Ketty Garat

El cerebro del PSOE

"Papá, ¿por qué el dibujo del PSOE es una mano estrujando un cerebro?". Me pregunto desde entonces quién manda en esta formación.

Querido Pablo:

¡Ya empieza el movimiento interno, los chascarrillos, las quinielas! Me hablas de los de los tuyos y aquí te voy con los míos, que no son menores. Comenzaré con una anécdota. Ocurrió hace una semana, Comité Federal del PSOE. Entre crónica y crónica, cigarrillo de distracción a las puertas del cuartel rojo. El momento de evasión duró poco, interrumpido por la ingenua pero genial pregunta que un niño le formulaba a su padre mirando el cartel de la calle Ferraz: "Papá, ¿por qué el dibujo del PSOE es una mano estrujando un cerebro?". Te podrás imaginar que estallé en una estruendosa carcajada que turbó al chico y a su padre, pero la visión gore que el chaval tuvo del logo socialista me dio que pensar hasta hoy. Me pregunto desde entonces quién manda en esta formación que pasa de la "oposición util" al "hasta aquí hemos llegado" y pretende levantar muros en una Europa que se construyó derribándolos.

Reniegan del rescate, los recortes, la herencia... mientras agonizan en busca de una credibilidad que ni tienen ni merecen; lo saben ellos y los ciudadanos que así lo estampan en las encuestas donde no amortizan el desgaste gubernamental. "Rubalcaba es preso de todo. Del estatut, de Chacón, de Gómez, de su pasado...", se dice estos días entre los cronistas que le seguimos. Los complejos de exgobernante de Rubalcaba hacen que se niegue a endurecer la línea de la oposición que lidera. Pero ese papel, como suele hacer Alfredo, se lo deja a los suyos. Así consiguió pasar su primer examen interno del curso político: un Comité Federal tras el que Valenciano (poli malo) calmó a los críticos anunciando un "cambio de posición en el PSOE" que negó después él mismo (poli bueno, ¡quién lo diría!), que habla para el Gobierno, para Bruselas y para sí mismo, el propio Rubalcaba.

La burda estrategia de poli bueno-poli malo le permitió escurrir el bulto ante los suyos una vez más hace unos días, cuando la soflama independentista catalana llevó al PSC a pedir "un marco federal" entre España y Cataluña. La petición la hizo el secretario general del PSC, Pere Navarro, con quien Rubalcaba pactó la hora de su anuncio para no tener que pronunciarse sobre él en rueda de prensa. Quince minutos de diferencia hubo entre la comparecencia de Pere en Barcelona y la de Alfredo en Madrid, lo que le permitió esquivar el balón. A quienes tiramos a puerta, nos lo despejó con un: "Me remito a lo que diga Pere". Y punto en boca.

Tal parece que el cerebro del PSOE no tenga posición, pero la realidad es que Rubalcaba da el visto bueno a una España federal porque no pueden perder cuota de mercado en Cataluña. No obstante, su problema es nacional y aquí volvemos a la visión gore de nuestro chico. Los socialistas andan estrujándose el cerebro porque no saben cómo conseguir ese crédito social perdido. Anhelan la llegada de los hijos pródigos a sabiendas de que el patriarca Rubalcaba es una rémora para el PSOE, víctima de su pasado y lastre de su presente. Hablan del frío invierno de Rajoy, ansiando la llegada de la primavera. Mucho frío y muchas lluvias quedan todavía para que su adalid florezca como las rosas, allá por el mes de abril; para que renazca el cerebro socialista que sea capaz, con la determinación de su férreo puño, de sujetar la rosa socialista que, hoy por hoy, sólo muestra sus espinas. Pero antes del invierno, queda el otoño. El momento anticipado del sucesor, el pupilo rubalcabiano a quien todos miran en Ferraz. Juntos aparecieron el domingo. Pasos firmes, sonrisas, sin chaquetas, y a la izquierda de Alfredo, Patxi –el vasco– aguarda su momento.

Un beso

Ketty

PD: A Daoíz y Velarde te los presento cuando quieras, aunque tengo que decirte que al segundo le han castrao este verano. Ya te contaré, que es un poco turbio el tema... 

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