Cayo Lara, el líder de IU, se ha echado las manos a la cabeza ante la posibilidad de una "gran coalición" española entre el PP y el PSOE. Poniendo a un cuestionable uso su formación marxista, ha alertado del "fantasma que recorre Europa". En este caso ya no sería el comunismo sino la gran coalición PP-PSOE. De hecho, cree Lara, las similitudes entre la socialdemocracia y el conservadurismo europeos son tales que prácticamente no se diferencian. Para ilustrar esta idea puso como ejemplo el Tratado de Libre Comercio que ambas formaciones apoyan y que la UE está negociando con los Estados Unidos.
Ciertamente, el programa electoral de IU se opone "radicalmente" a dicho tratado porque "destruirá las economías europeas y echará por la borda los derechos de los trabajadores". No es el único partido que se opone al tratado. También lo hace el Frente Nacional (FN) francés.
El programa electoral del FN afirma que el TLC traerá una "masacre ultraliberal" y que evidencia una "Unión Europea fabricada por las multinacionales contra los pueblos". Asegura, también, que es un producto del UMPS (la versión francesa del PPSOE: fusión del UMP conservador y del PS socialista). De hecho, todo el programa del FN es un alegato contra el UMPS. Sus promesas electorales son todas correcciones de las supuestas posiciones del UMPS. Por todo ello, el FN votará en contra del Tratado y "denunciará sistemáticamente las injerencias norteamericanas en las instituciones europeas".
¿Es este el único punto en común de los programas europeos del FN y de IU? Ni por asomo.
Ambos partidos apuestan por revisar la Política Agrícola Común para aumentar sus recursos, acabar con su modelo neoliberal, intervenir sus mercados, proteger la soberanía alimentaria de los pueblos y proteger los sistemas agrarios tradicionales.
Ambos partidos se oponen al "ciclo infernal de la austeridad" y a que el euro sea una moneda "sometida a los intereses de los bancos y de los más ricos".
Ambos partidos denuncian el espionaje norteamericano de internet, piden que se conceda asilo político a Edward Snowden en sus respectivos países y denuncian el peligro que corren los datos de los cibernautas.
Ambos partidos prometen proteger a los trabajadores europeos del "dumping social" que practican los países emergentes explotando a sus trabajadores para así inundar el mercado europeo de sus productos.
En lo poco que de verdad se diferencian los programas de IU y del FN es en la política de inmigración. Los primeros abogan por una "Europa abierta a la inmigración", mientras que los segundos quieren que Francia salga del espacio común de Schengen y reinstaure sus fronteras nacionales. Así asegurará su soberanía y, por ende, la "protección económica y social" de los franceses. Esto es coherente con el estatalismo y proteccionismo del resto de su programa. IU, en cambio, sólo quiere una Europa abierta en cuestiones de inmigración.
Las encuestas están dando un 20% de intención de voto a la suma de todos los partidos españoles de extrema izquierda, el mismo porcentaje que al FN. ¿Verán estas elecciones el nacimiento de un FNIU, una gran coalición europea de los extremos políticos? Seguramente no de forma abierta, pero habrá que seguir de cerca el sentido de sus votos.