Están los neonazis de Amanecer Dorado,
que, igual que Alexis Tsipras, se alegran con el NO.
Y aquí Pablito Iglesias se muestra entusiasmado,
lo mismo que los compis de su politburó.
La Izquierda (antes Unida) del pobre Garzoncito,
que se halla en horas bajas, está feliz también.
Y Kirchner, que sí entiende lo que es un corralito,
se alegra por los griegos, lo mismo que Le Pen.
Falange (que aún existe) se alegra francamente.
Maduro, en Venezuela, se esponja de placer.
Y los nacionalistas, qué quieren que les cuente:
su júbilo y su gozo no pueden esconder.
Se alegran los más ultras partidos radicales.
Se alegra Raúl Castro, conspicuo dictador.
Se alegra Arnaldo Otegui. Se alegra Evo Morales.
Y en fin, de cada casa, sin duda, lo mejor.