La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas dibuja un panorama aterrador para el centro derecha tras los comicios del próximo 26 de mayo. Según los datos de este macroestudio, el PSOE consolidaría su ventaja porcentual sobre el Partido Popular, al ser la fuerza más votada en la mayoría de comunidades autónomas. Los socialistas vencerían incluso en autonomías gobernadas durante décadas por el PP como Madrid, Castilla y León o Murcia. De hecho, el PSOE ganaría en todas las comunidades del régimen común salvo en Cantabria, donde el regionalista Revilla mantendría el primer puesto, y Navarra, donde la coalición PP, Cs y UPN quedaría por delante de Geroa Bai.
Ciertamente se trata de un estudio con un evidente desfase temporal puesto que el trabajo de campo se hizo antes de las pasadas elecciones generales. Lo ocurrido el 28 de abril bien podría provocar un cierto movimiento del voto, tanto entre los partidos del centro-derecha como en el resultado global. Sin embargo, no cabe duda de que las conclusiones del CIS suponen un duro varapalo a las esperanzas de las formaciones del centro-derecha de restañar el próximo día 26 las graves heridas sufridas en su tejido electoral hace menos de quince días.
Los datos recogidos por el CIS no otorgan una victoria amplia al PSOE en ningún territorio, pero aclaran suficientemente el futuro político de casi todas las comunidades y los principales ayuntamientos, donde los socialistas solo tendrían que reproducir los acuerdos de gobernabilidad con populistas bolivarianos y nacionalismos locales que puestos en marcha ya en esta pasada legislatura. Todo hace indicar, por tanto, que el centro-derecha podría quedar barrido en menos de un mes del mapa político de España, cuyos principales centros de decisión quedarán en manos de los socialistas y sus aliados más destructivos.
Por todo ello, la demoledora encuesta del CIS debe servir de serio aviso a PP, Cs y Vox, las tres formaciones políticas de cuyos acuerdos futuros dependen que la izquierda no acabe controlando comunidades y ayuntamientos de especial importancia económica, política y social. A tenor del permanente cruce de acusaciones y reproches entre los tres partidos, parece que sus dirigentes no son todavía conscientes del tremendo peligro al que se enfrentan si las elecciones europeas, autonómicas y locales del próximo día 26 reeditan la victoria socialista en los términos que refleja el CIS.
Las devastadoras conclusiones de este estudio demoscópico deben servir para que Casado, Rivera y Abascal aparquen sus luchas personalistas y pongan en marcha una intensa campaña electoral en clave positiva, que convierta al centro-derecha en una alternativa de éxito a la alianza de socialistas, comunistas y separatistas.

