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Atlético y Simeone, 17 puntos para avergonzarse y rebelarse

El conjunto rojiblanco está fuera de la lucha por el campeonato en diciembre y a una distancia sideral. Deben volver a creer en su ADN.

El conjunto rojiblanco está fuera de la lucha por el campeonato en diciembre y a una distancia sideral. Deben volver a creer en su ADN.
Atlético y Simeone, 17 puntos para avergonzarse y rebelarse | EFE

Independientemente de cómo pierda el Atlético de Madrid, si a veces justa u otras veces injustamente, Simeone y la plantilla tienen y deben sentir vergüenza por estar en diciembre a 17 puntos del Real Madrid. ¡En diciembre! ¡17 puntos! No es normal. Se mire por donde se mire, no es normal. Sin excusas además. No valen. No se necesita a un Koke, a un Felipe o al propio Simeone saliendo después de los partidos para repetir una y otra vez que van a cambiar o que no se pueden tirar las primeras partes. Aburre el discursito. Hechos, señores, no palabras. Habéis hablado de más y no ha cambiado nada. Y sí, a mí ayer me faltó que alguien pidiese perdón y reconociese estar avergonzado de lo que está ocurriendo este año en un equipo tan grande como lo es el rojiblanco.

Este Atlético, para recuperar su ADN, tiene que empezar a entender que los grandes del deporte, cuando pierden, se van a casa enfadados, no enfurruñados, que es muy diferente. Con morritos y con pataletas se pueden ir equipos que no han salido hace unos pocos meses campeones de una de las ligas más potentes del mundo. Los grandes se rebelan. Hablan poco y se rebelan. El Atlético, de momento, habla mucho, cambia poco y se queja demasiado. Hay que sentir vergüenza en situaciones como las que vive este Atlético, no es algo malo o de débiles, sin embargo la sensación que me dejan a mí entrenador y plantilla es más de resignación que de sentirse avergonzados. Eso me preocupa mucho más que el juego, la táctica y la preparación física. No veo madurez. Lo siento, pero no la veo. A este Atlético le soplan y se cae. Le veo endeble mentalmente. Le veo, a fin de cuentas, un campeón que no se cree jamás que lo es.

Al Atlético le han ganado cuatro partidos consecutivos en Liga equipos que en ningún momento se han sentido atemorizados por jugar ante el vigente campeón. Incluso me atrevería a decir que ninguno de ellos fue superior al Atlético. El Mallorca le ganó con intensidad y aprovechando dos ocasiones, pero ni mucho menos fue superior. El Real Madrid hizo lo justo para llegar tres veces y marcar dos goles. Los rojiblancos llegaron más veces y no asustaron a Courtois. Frente a Sevilla y Granada, más de lo mismo. Cada llegada, que llegaron muy poco, un gol. Claro, si tú regalas dos goles por partido y encima cada vez que te soplan pones carita de estar pasándolo muy mal, los rivales se dan cuenta y van a la yugular.

Los rivales colchoneros este año miran al banquillo del Atlético y ven al Cholo suspirando. Ven a Koke totalmente hundido y jugando con una versión que, cansado o no, no se puede ofrecer durante tanto tiempo en un equipo de este nivel. Ven a Oblak con la cabeza gacha. Ven a la defensa temblando cada vez que la pelota pasa del centro del campo. Ven a Suárez todo el día quejándose y lanzando aspavientos al aire desesperadamente. ¿Saben lo que no ven los rivales? ¿Saben lo que no se ha visto durante toda la temporada? A un equipo campeón que, sobre todo, se sienta como tal. Ahí se está desangrando el conjunto rojiblanco, en el terreno mental, porque futbolísticamente hablando y con la plantilla que tienen, lo difícil es jugar tan mal como lo están haciendo. Ni aposta se firman partidos tan extraños, de verdad, aunque seamos sinceros, por momento parece que le ponen empeño en hacerlo tan mal.

Ahora bien, dicho todo lo anterior que es criticable, deber ser criticado y ha sido criticado, el Atlético de Simeone tiene que afrontar con madurez lo que está pasando y seguir creyendo juntos. ¿Es para sentir vergüenza? Sí. ¿Es un fracaso de temporada en Liga por estar en diciembre a 17 puntos del líder? Por supuesto. Lo estamos diciendo en estas líneas. Lo hemos dicho anteriormente. Ojo, si alguien es ciego y no ve la crítica, que ponga la opción para invidentes, que por suerte Libertad Digital la ofrece. Pero ya, fin de las lamentaciones atléticas. Como he dicho antes, los campeones se enfadan, no se enfurruñan. Nada de morritos, pataletas y "jolines". Ahora les toca despejar la cabeza en Navidad, currar de lo lindo a la vuelta y demostrar los buenos que son, que lo son y mucho. Tanto Simeone como sus futbolistas. Porque, que no les engañen, se pueden hacer ambas cosas. El Atlético tiene que seguir creyendo en recuperar su ADN con Simeone, pero a la vez debe avergonzarse de estar en diciembre a 17 puntos del líder. Ambas cosas. Se pueden hacer ambas cosas sin inmolarse. Sin excusas. Simeone y la plantilla. Es vergonzoso, ok, y para mejorar deben reconocerlo y rebelarse.

Para terminar y lo he dejado para el final para que no parezca que sirve de excusa a lo de ayer, el tema arbitral empieza a ser ya un problema demasiado serio como para dejarlo pasar. El gol que le anulan ayer a Joao Félix en Granada es criminal. Es un crimen contra el fútbol. No permiten saltar a los jugadores. O sí, si eres Delaney y se lo haces a Koke una semana antes. En Sevilla, fútbol. En Granada, falta de Joao. Dentro de poco les anularán goles si disparan a ‘trallón’. Y encima hay que ser muy malos o muy poco listos para ver que se han equivocado en los televisores HD Ultra 4k 8k 234k de la sala VAR y no decirle a tu compañero que, por favor, deje de hacer el ridículo. Tenemos un problema muy serio. Uno igual o mayor que el que puede tener Simeone si sigue sin querer ver que, estando sano, Joao Félix debe ser titular.

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