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Madrid

EDITORIAL

Ayuso pone en riesgo la salud de... sus contrincantes

Lo que le preocupa al gobierno de Sánchez no es la salud de los madrileños, sino las cada vez mejores perspectivas electorales de Ayuso.

Vaya por delante el hecho de que, si no fuera por que en las comunidades autónomas uniprovinciales es más difícil obtener la mayoría absoluta que en las pluriprovinciales, Isabel Díaz Ayuso, con el 44,73% de los votos obtenidos en las últimas elecciones autonómicas, ya habría obtenido una mayoría absoluta tanto o más holgada que la obtenida por su compañero de partido Juanma Moreno en Andalucía con el 43,13% de los votos. Aun así, está visto que las perspectivas electorales de la presidenta madrileña no parecen tener techo, tal y como augura la última encuesta de Demoscopia y Servicios, donde la política liberal mejora su intención de voto hasta el 47,1%, casi dos puntos y medio más que en las elecciones de mayo de 2021.

Para colmo, Ayuso no tiene el menor complejo —todo lo contrario—, y eso explica parte de su éxito, a pactar si es necesario y como socio natural con una formación como Vox, con lo que todos nos podemos hacer una idea de hasta qué punto "están de los nervios" sus contrincantes políticos, empezando por los miembros del gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez, decidido a alentar cualquier huelga o manifestación que vaya dirigida contra el Ejecutivo madrileño. Así lo ha dejado bochornosamente de manifiesto este martes la ministra de Sanidad, Carolina Darías, que se ha presentado a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros con unas gráficas con las que ha pretendido alentar protestas por una supuesta disminución del 2% de la oferta de plazas de medicina de familia y comunitaria.

Al margen de ignorar que tanto el incremento como la disminución de la oferta de plazas sólo pueden ser tildados de innecesarios o insuficientes en función de la demanda, llama poderosamente la atención que la ministra de Sanidad no haya hecho la menor referencia a la gestión sanitaria en Catabria o en Aragón, donde gobiernan los socialistas y donde los médicos sí protestan y amenazan con paros precisamente por la deficitaria situación en atención primaria.

Y es que, si de verdad lo que le preocupase al gobierno de Sánchez fuese la salud de los ciudadanos, le tocaría felicitar a Ayuso por que los madrileños sean los que mejor valoran la asistencia sanitaria de su comunidad; o por el hecho de que el Health Care Index by City 2022 sitúe a Madrid en el puesto 20 entre todas las ciudades del mundo; o por que un informe de la Comisión Europea considere que la sanidad madrileña es la más competitiva de España y, tras la de Estocolmo, de Europa: o por que la Comunidad de Madrid haya situado un año más a tres hospitales públicos de la región entre los 100 mejores del mundo, según la clasificación de la revista Newsweek World’s Best Hospitals 2022.

Sin embargo, hay que insistir: lo que le preocupa al gobierno de Sánchez no es la salud de los madrileños, sino las cada vez mejores perspectivas electorales de Ayuso, quien sólo representa un peligro para los nervios de los socialistas y de sus aliados políticos.

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