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Entre elogio y elogio, la verdad se asoma

Fue un partido para elogiar. Aplausos al R. Madrid y a la Real Sociedad, pero hay un problema en el Madrid que está afectando a los resultados.

Fue un partido para elogiar. Aplausos al R. Madrid y a la Real Sociedad, pero hay un problema en el Madrid que está afectando a los resultados.
Modric, Ancelotti y Ceballos. | EFE

El fútbol es caprichoso e injusto, al no premiar al que más trabaja y se merece la victoria. ¿Quién hizo mejor partido este fin de semana, el Real Madrid ante la Real Sociedad o el Barcelona ante el Girona? La respuesta es evidente. ¿Quién puso más a prueba a Alex Remiro de los dos? La respuesta es evidente. El portero de la Real se redimió este domingo de su actuación del miércoles en el Camp Nou. Intercambias sus actuaciones y es posible que el Barcelona estuviera eliminado de la Copa y el Real Madrid mantuviera los tres puntos de diferencia en la clasificación. Y es que al equipo blanco solo le faltó la puntería, la definición, para poner la firma a uno de sus mejores encuentros de esta temporada. Fue la mejor versión post Mundial. El equipo tuvo frescura, energía e incluso por momentos presionó bien arriba, en campo contrario.

Hubo aspectos positivos, pero también se evidenciaron los problemas estructurales que tiene el Real Madrid desde que comenzara este curso. Ya no es una norma puntual, los entrenadores tienen hasta cinco cambios para cambiar los partidos. Ancelotti hizo dos, los dos que todo el mundo sabía que iba a hacer porque en el banquillo solo había dos futbolistas en los que él confiara. Esto es un problema, construido por la dirección deportiva, rematado por el entrenador que ha cesado en el intento de contar con alguno más y que deben subsanar el próximo verano. Por eso leerán las mismas noticias, repetidas un año después. El club tratará de dar salida a Jesús Vallejo, Eden Hazard, Álvaro Odriozola, y como novedad, Ferland Mendy. Mariano Díaz ya no es una intuición, se marchará. De todas formas, con la Real Sociedad embotellada en los últimos minutos, sigue sorprendiendo que no sea útil Mariano, el único rematador nato de la plantilla. Al menos se le podría designar ese papel tan específico para los últimos minutos. Hay partidos, como este, en el que no necesitas más control y sí más oportunismo dentro del área. Valga la redundancia, esto no es oportunismo porque en verano, tras ganar la Supercopa de Europa, a Florentino Pérez ya se le estaba preguntando por un posible constipado de Benzema. Había un punto débil. Ya no es solo que no haya delantero suplente, es que el titular atraviesa un momento irregular y es casi seguro que Benzema no vaya a volver al nivel mostrado la pasada temporada. Al menos no durante tanto tiempo. No es una cuestión exclusivamente de un delantero, sino de cinco fichas, cinco sueldos, que se están tirando por la basura. Siempre es bueno tener ese chute de energía extra desde el banquillo.

La falta de profundidad en la plantilla, unida a múltiples lesiones, propició algo positivo para el Real Madrid. Carlo Ancelotti se vio obligado y se demostró que puede jugar de una forma distinta, sin el 4-3-3 habitual. Empleó un 4-2-3-1 sin un mediocentro defensivo específico y con Rodrygo por detrás del delantero, la posición que más potencia sus cualidades. Quizá sea pronto para darle continuidad a este sistema, pero en un futuro cercano se puede mantener con Camavinga y Tchuameni como únicos centrocampistas. El Real Madrid consiguió que, casi siempre, todo lo que pasaba en el partido fuera en el campo de la Real Sociedad, algo que logró el Barcelona en la Copa del Rey pero solo durante la primera media hora y sin sumar ni la mitad de ocasiones de las que gozó el Real Madrid. Esto me lleva a decir que Vinicius está volviendo a tener la misma puntería que la anterior a la pasada temporada. Remiro estuvo muy bien, pero tiene un mano a mano que tira al centro, a sus píes, y la reflexión no la hago por un solo partido. Evidentemente esto lo nota el Real Madrid en forma de puntos.

El partido del Real Madrid tiene mucho merito porque le doy mucho merito a la Real Sociedad, tercero en la clasificación ahora mismo y tercero a final de temporada según mis pronósticos. Están en ese momento para intentar dar el salto e intentar pelear con el Atlético de Madrid para ser el nuevo tercer equipo de España merced al buen trabajo del club durante muchos años y a todos los niveles. Han fichado y vendido bien, han trabajado la cantera y han dado a Imanol Alguacil la complicada confianza que un entrenador necesita. Tiene nueves, algunas clave como David Silva o Mikel Merino, se lesiona en mitad del partido Elustondo y salen con un empate del Bernabéu. Imanol tuvo que poner a Zubeldia, el mejor central ayer, de lateral derecho y a Zubimendi, su mejor mediocentro, de central. Mucho valor tiene este punto, no tanto para la clasificación, pero sí para reforzar el proyecto que intenta competir con los mejores del mundo. Han sido capaces de crear un ambiente idóneo para los talentosos. Ahí esta Take Kubo, feliz en España después de unos cuantos años dando tumbos. Esta semana, en el Camp Nou y en el Bernabéu, ha demostrado tener talento de sobra para volver al Real Madrid y ocupar una de las tantas fichas que no le valen a Ancelotti.

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