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Antonio Robles

¡Viólame pacíficamente!

Sí, en Cataluña hemos de consentir que nos violen el alma, la cartera, los derechos y la dignidad.

Sí, en Cataluña hemos de consentir que nos violen el alma, la cartera, los derechos y la dignidad.
Pablo Iglesias, en la Cadena SER. | Imagen de vídeo

No, no es el título de una peli pornomorbosa, sólo la metáfora de la penúltima casquería que ha soltado el macho alfa de Podemos en la Ser: "Al independentismo catalán se le podrán hacer muchas críticas, pero no es violento. Y como no es violento, y es un movimiento democrático, no es legítimo utilizar el derecho para combatir al independentismo catalán, y por lo tanto hay que cambiar la ley". Pleno al quince, ni una sola verdad.

Coz a la legalidad y a la legitimidad:

Si el fundamento de haber abolido el delito de sedición en el código penal es porque el independentismo catalán no es violento, entonces ¿la declaración de independencia unilateral sería legítima por el mero hecho de no ser violenta? Digo legítima, porque legal nunca lo sería ya que el derecho de autodeterminación o la declaración de independencia no están contemplados por la Constitución española: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…" (Art. 2 CE).

La soberanía es única. Cualquier ciudadano o grupo que pretendiera patrimonializar unilateralmente una parte de esa propiedad de todos sería un usurpador. Vamos, un listillo con ínfulas etnolingüísticas, tradicionalmente considerado un vulgar cacique.

Por tanto, legal no es, ¿pero podría ser legítimo, a decir de pablo, pablito, pablote? Sí, en el mismo sentido que pudiera ser la objeción de conciencia o negarte a realizar el examen de conducir, pero tales comportamientos no te eximirían del cumplimiento de la ley.

Coz al Código Penal:

Pero entonces, ¿estos supuestos legales deberían ser eliminados del Código Penal por el mero hecho de no utilizar la violencia? Vayamos a ejemplos concretos. El delito de hurto, que es un robo sin mediar fuerza, violencia o intimidación, ¿habría de eliminarse del código penal? ¿Y la corrupción o el fraude fiscal que no se hubieran llevado a cabo con violencia, también? ¿Debería eliminarse del código penal el exceso de velocidad que no cause daño a terceros? Siguiendo el criterio de éste embaucador, los malos tratos psicológicos con ausencia de violencia física explícita de un maestro a sus alumnos, de un marido celoso a su pareja, de una entrenadora de natación a sus pupilas, de una masa sin autorización municipal para cortar la Meridiana de Barcelona durante meses, ¿deberían tener derecho de pernada? ¿Limita la violencia Pablito, a la violencia física? ¿Y el abuso de poder, la prevaricación, la violencia psicológica, la intelectual etc.?

Coz a la realidad:

Como el independentismo es democrático y no es violento, deduce el susodicho que España debería exclamar encelada: ¡viólame pacíficamente! Ya sabemos que en esto del sexo, la extravagancia consentida llega hasta el sadismo de azotar al objeto del deseo hasta hacerlo sangrar. No es una frivolidad, en Cataluña hemos de consentir que violen nuestros derechos castellanohablantes, hemos de consentir ser violados si no queremos ser excluidos de nuestros trabajos, hemos de consentir y callar si queremos tener alguna consideración social. Nuestra condición de españoles no es mejor en la Cataluña nacionalista que la de los negros en la Alabama de los años cincuenta.

Sí, en Cataluña hemos de consentir que nos violen el alma, la cartera, los derechos y la dignidad. Y esa violencia psicológica, cultural, lingüística, laboral, política, institucional… la ejerce el nacionalismo desde el poder democráticamente logrado, pero violenta e ilegítimamente ejercido. Cada día, en cada brizna del pulso social de la sociedad catalana. Por todos los medios, incluido el incumplimiento de sentencias judiciales. ¿Hasta cuándo hemos de aguantar que los niños castellanohablantes no puedan estudiar en la lengua de sus padres? Una violencia continuada en el tiempo, ejercida sin cubrirse la cara con el capirote del Ku Klux Klan y transfiriendo la culpa a los padres de los hijos violados. Así de cínicos y sucios son.

Estos soberanistas gubernamentales y sus terminales mediáticas, cuál maltratadores religiosos que predican artimañas para no dejar huella en la piel de sus mujeres, se envuelven en palabras hermosas para ejercer el poder de forma despótica e impune.

¿Se imagina este botarate qué pasaría si el gobierno de la Generalidad montara otra revolución de las sonrisas sin que ningún delito de sedición lo impidiese? No hay peor violencia que la desatada por una masa enfervorecida por la impunidad. Podría ser una declaración de independencia adornada de mil cerezos en flor, pero la helada que le seguiría acabaría con todas las primaveras.

PD-1: La granizada no cesa. La única diferencia entre la ley trans aprobada y la ley del sí es sólo sí, es que los efectos indeseados de ésta premia a los delincuentes y perjudica a las víctimas, mientras los efectos indeseados de la ley trans afectará sólo a los propios perjudicados por decisión propia. El diablo escribe torcido con renglones rectos.

PD-2: A la luz de los supuestos sobornos arbitrales del Barça habrá que ir pidiendo ya su desjudialización deportiva. Siguen los truenos. Es que esto del cambio climático…

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