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¡Cuidado! Griezmann y Reinildo están en peligro en este Atlético

Si fuese seguidor del Atlético estaría preocupado porque cualquier jugador en un buen estado de forma podría estar en venta para la directiva.

Si fuese seguidor del Atlético estaría preocupado porque cualquier jugador en un buen estado de forma podría estar en venta para la directiva.
Cuidado, Griezmann y Reinildo están en peligro en este Atlético | EFE

Ayer domingo cuando estaba en el Cívitas Metropolitano asistí a una primera parte en la que perfectamente podría haberme ido a por un refresco, repasar facturas de cara a este mes o incluso leer un libro o un cómic mientras iba echando un vistazo a lo que sucedía. Fue tan mala la primera parte del equipo rojiblanco, una vez más, que podría haberme dedicado a otros menesteres, pero me dio por pensar, viendo el nivel de muchos jugadores, en lo que podría pasar en verano con esta plantilla.

Otras temporadas, el aficionado del Atlético tenía miedo a que, llegado el mercado estival, le quitasen a sus mejores jugadores. A los que mejor habían jugado ese año. Recuerdo el temor a perder a Godín, Miranda, Filipe, Costa, Falcao, Torres, Griezmann, el mejor Carrasco, Llorente, Giménez a su mejor nivel, Oblak, Arda, Gabi... El carrusel de nombres que me pasaban por la cabeza era enorme, sin embargo, la sensación este año es que existe miedo a que no haya nadie que quite de en medio a ciertos jugadores que llevan desaparecidos más de una temporada. Hay algunos, que no llevan solo uno sino dos cursos enteros con un nivel que transmite poca ambición o directamente un fin de ciclo que no se produce porque se está muy bien y muy calentito bajo el calor de un buen sueldo en el Metropolitano.

Como les digo, mi sensación en la primera parte fue esa, pero me estaba equivocando. Hay dos jugadores de campo, aparte por supuesto de Jan Oblak en la portería, que están en peligro para el Atlético de Madrid. Sobre todo porque en la directiva siempre se buscan jugadores por los que sacar una buena tajada. Al menos uno. Por eso se ponen cláusulas bajas y no las que ponen Madrid o Barcelona, porque el Atlético, ese club que tiene como lema "nunca dejes de creer" en la grada y "nunca dejes de decir que hay que vender antes de comprar" en el palco, saliva con la posibilidad de grandes traspasos para cuadrar cuentas. Esos dos jugadores de los que hablo son Reinildo Mandava y Antoine Griezmann.

El caso de Griezmann es lógicamente más difícil que se produzca porque Antoine regresó al Atlético sabiendo que su verdadera casa, su hogar, el lugar donde más feliz ha sido, es vestido como rojiblanco en el Metropolitano. Antoine ha vuelto a ser por derecho propio la gran estrella del Atlético de Madrid. Se lo ha ganado agachando la cabeza por sus errores pasados, esperando a cambiar los pitos por aplausos y ahora, con partidos antológicos como el de ayer, tener todo el derecho del mundo a darse una vuelta olímpica para darle y que le den amor. Pero dudo de que Griezmann pueda irse este verano por el propio Griezmann, no por el club. Porque él es feliz en su casa. Él y toda su familia, en la que incluyo por supuesto a Erika Choperena. Por cierto, no exagero si digo que Erika merece una placa en el paseo de leyendas más que otros que la tienen ahí y no deberían. Los famosos entornos, lo llaman. Pues bien, el entorno de Griezmann tiene tanta calidad como la jugada del 1-0 de ayer ante el Athletic.

Como he dicho, no veo a Griezmann yéndose del Atlético. Le veo más temporadas en Madrid y quizá después, un buen retiro en Estados Unidos para disfrutar allí de otros deportes que el apasionan como la NBA o la NFL mientras sigue disfrutando del fútbol. Eso sí, repito, no le veo fuera, porque él quiere, porque si este verano llegase una oferta grande por él, la directiva se lo pensaba y mucho. El miedo que no me aterroriza con Griezmann, salvo que le obliguen a salir, que alguna vez ha pasado allá por la época del Manzanares, sí lo hace con Reinildo. El lateral mozambiqueño es un caramelito para ese "vender antes de comprar" que tanto gusta en las oficinas del Metropolitano. Lo que hizo ayer contra Nico Williams es para exponerlo en un museo. Junto a Griezmann, Reinildo fue el verdadero espectáculo que hizo que valiese la pena pagar la entrada por el Atlético-Athletic. Y tras una nueva exhibición del ex del Lille, hago cálculos Premier, que son locos, pero reales. Si el Wolverhampton fue capaz de pagar 50 por Cunha, Reinildo debe valer ahora mismo 150 millones de euros.

Miedo me da lo de Reinildo. Terror. Es tan bueno y la afición está tan contenta con él que todo hace indicar que algún club vendrá a por él este verano. Algo que luego pasará con Pablo Barrios, por supuesto, que ayer domingo también fue vital ante el cuadro vasco para sumar los tres puntos. Es rápido, corre como el que más y sobre todo acelera los tiempos del partido en beneficio del Atlético. Los tiempos y a la grada, la que todavía sigue inmersa en en guerras civiles que, siendo acertadas en el fondo, no lo son en las formas. Ayer, por momentos, demostraron más madurez los niños y niñas de la cantera del Atlético que animaron a su equipo desde lo alto de la tribuna mientras el resto se peleaba entre ellos por disputas que a veces parecen ser más por el simple hecho de demostrar que son más importantes que el resto, que por el regreso de un escudo que, todo sea dicho, ya no tiene sentido extenderlo más. Ni has vendido más camisetas ni este nuevo escudo te ha dado un salto de calidad en el extranjero, Atlético. Déjate de inventos y haz caso a tu gente, que tampoco cuesta tanto.

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