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Pablo Planas

E Irene Montero sigue en el Gobierno

Pedro Sánchez se nos viene abajo porque a los ministros de Podemos los nombra y los cesa Pablo Iglesias, otro feroz matasiete.

Pedro Sánchez se nos viene abajo porque a los ministros de Podemos los nombra y los cesa Pablo Iglesias, otro feroz matasiete.
Irene Montero | Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la designación de dos ministros para sustituir a dos ministras con la solemnidad que caracteriza todas sus intervenciones. La noticia es que Irene Montero continúa como ministra de Igualdad. Poca broma. Dos de las leyes más polémicas de la historia de España llevan su impronta. A saber, la ley sueltavioladores y la ley trans. Contra viento y marea, que no contra Sánchez, Irene Montero ha sacado adelante dos normas que deberían haber provocado su cese fulminante tras la presentación del borrador de ambos zurullos. Pero hete aquí que ese despiadado 'killer' político que responde al nombre Sánchez, Pedro Sánchez, se nos viene abajo con el caso Irene porque el pacto de Gobierno con Pablo Iglesias establece que a los ministros de Podemos los nombra y los cesa Pablo Iglesias, otro feroz matasiete.

De modo que a Sánchez le da para sustituir a Maroto por Gómez en Industria y a Darias por Miñones en Sanidad, o al revés, pero no para relevar a Irene Montero. Es obvio que Sánchez depende de quien depende. Podemos, ERC y EH Bildu han hecho con él lo que han querido, de igual modo que, por ejemplo, él hace lo que quiere con la Fiscalía, siempre que no afecte a sus colegas Iglesias, Junqueras y Arnaldo Otegi. Esa es la razón por la que Irene Montero continúa en el cargo después de la última remodelación del gabinete.

Sánchez ha perpetrado infinidad de barbaridades: abandono de ancianos, estados de excepción, toques de queda y ocultación de muertos durante la pandemia, la cesión del Sáhara, la rendición ante Marruecos y la masacre de la gendarmería en la valla de Melilla, indultos, reformas del Código Penal y leyes a la carta de golpistas corruptos y violadores, traslado de los últimos asesinos etarras presos al País Vasco, cesiones de todo tipo a sus socios, mentiras, engaños, despilfarro y corrupción en sus más variadas versiones con el Tito Berni en lo alto del escalafón tras Chaves, Griñán, los Puig brothers y los folestarios lambaneses, medidas económicas disparatadas, etcétera, etcétera.

Dadas las circunstancias, que no haya cesado a Montero parece un asunto menor. Total, qué más da entre beneficiar a un violador de niños o a un etarra. Al lado de semejantes monstruos, corruptos puticlistas y golpistas no parecen tan mala gente. Unos por otros y todos a una, Irene Montero sigue en el Gobierno y Ángela Rodríguez, alias Pam, pues también, igual que Marlaska, Shoolanda lady Erte, Escrivá, Albares, Calviño y el hombre invisible, Alberto Garzón. Se acuerda uno de Máximo, antes Màxim, Huerta y de Pedro Duque y le parecen titanes de cuando la política parecía algo vagamente decente a pesar de sus cuentas con Hacienda y sus diplomáticas parejas.

Sólo queda disfrutar del espectáculo. La amiga Pam, por ejemplo, acaba de decir en ese marco incomparable de TV3 que las raíces cuadradas no sirven para nada y que en su lugar se debería enseñar en las escuelas el "concepto" del "consentimiento". El argumento de peso es que a ella no le sirven para nada las raíces cuadradas en su vida moderna. ¡Atenta la compañía! La señora que ha llegado ella sola a la conclusión de que todos los agresores sexuales son hombres desprecia el cálculo de la raíz cuadrada de los números que multiplicados por sí mismos dan como resultado esos mismos números.

Matemáticas, qué vulgaridad. Donde se ponga el estudio del consentimiento...

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