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Javier Somalo

Los Àngels de Pedro

Se agota el poder y al presidente le salen escuderos que se escudan en el periodismo para ocultar su nula aportación a la democracia.

Se agota el poder y al presidente le salen escuderos que se escudan en el periodismo para ocultar su nula aportación a la democracia.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero durante un acto electoral en Cataluña. | Europa Press

La aspaventosa Barceló critica que algunos periodistas quieran ser más protagonistas que Pedro Sánchez. Y lo dice una y otra vez, cobrando así el protagonismo que denuncia. Típico. Àngels es la de "Pablo, tranquilo" y "¡señora Monasterio!", mediando entre el colega y la enemiga. Ahora cuida de Pedro, no sea que le borren esa sonrisa de selfi.

Dice Àngels Barceló que al pobre presidente de opinión cambiante —por resumir, al Mutante—, se le trata mal en los estudios y platós a los que el buen hombre acude con la mejor de sus voluntades.

"Acude ahora el presidente del Gobierno y candidato a la reelección a aquellos platós de televisión y a aquellos estudios de radio desde donde se le ha atacado con soflamas mañaneras con cierta inquina y en algunas ocasiones, faltando a la verdad".

Bueno, en todo caso será cambiando de opinión, que es la nueva forma de ejercer la mentira sin temor a reproches. Pero eso de criticar al poder si el poder es de izquierdas, anexo o colaboracionista, es algo que no se puede tolerar desde algunas instituciones como el Grupo Prisa. Es allí, en el imperio de Gran Vía, donde se decide si un juez debe ser expulsado de la carrera por haber levantado un felpudo del que asomaban millones de pesetas hediondos. Es allí donde se presumió de haberlo hecho con Javier Gómez de Liaño aunque fuera a todas luces injusto como sentenció el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Quedan, por cierto, muchas sombras que alumbrar de todo aquello.

Es en Prisa donde, desde el dominio ventajista concedido por un gobierno del PSOE en 1994, se saqueó la audiencia de la radio española cerrando Antena 3, líder por aquel entonces. ¡Cómo van a permitir los Àngels Custodios del Monopolio que alguien ose molestar a un líder del PSOE! También el PP cedió en su día, ante el antenicidio y ante la quiebra económica, que se sufraga si es menester, todo hay que decirlo.

Pero cuando las aguas bajan revueltas, cuando se escapa el poder, la pupila busca la luz del maestro y es cuando emerge, iluminado, el eterno Gabilondo:

"Cuando tengo dudas sobre mi profesión, la sensación de no encontrar el camino, siempre acudo a la referencia: Iñaki Gabilondo. Él habla de distinguir entre periodismo y 'paraperiodismo'. No puede ser más importante el entrevistador que el entrevistado".

Iñaki, experto en lidiar campañas electorales complejas, ejemplo vivo de cómo manejar la información en apenas tres días y que luego no importe si casi todo era falso. Claro, el 11-M de las "tres fuentes diferentes de la lucha antiterrorista" que habían confirmado que "al menos un terrorista suicida se ha inmolado en uno de los trenes". Para adornar la mentira, nada como el detalle: "…una persona llevaba tres capas de ropa interior y estaba muy afeitada, una práctica muy habitual en los comandos suicidas islámicos antes de inmolarse". Resueltas las dudas sobre la profesión, Angels vuelve a encontrar el camino.

Seis años después, el infalible Gabilondo dijo que la noticia de los calzoncillos "fue un error" que encima achacó a "una redactora". ¿Error? Nada más lejos.

Que se lo digan a José Luis Rodríguez Zapatero, que llegó cuando aún no se habían contado todos los muertos. Y es precisamente él, otro de los Àngels de Pedro que acude a guardar sus espaldas en una entrevista con mamá Barceló. Zapatero ve "extraño" que no pregunten a Sánchez por "economía o empleo". Hay algo misterioso que el príncipe de Delcy no acierta a desentrañar: "Le hacen 30 preguntas y que ninguna sea de economía, empleo, inflación y le pregunten por el Falcón... es extraño". Lo extraño es que Zapatero no haya pisado todavía un juzgado.

Tampoco es que en Onda Cero, Antena 3 o Telecinco, con sus lógicas excepciones, anden todo el día muy preocupados por el avance del comunismo disfrazado. De hecho, buena parte de eso que llaman "sanchismo", que incluye el mediático, ha sido cultivado y regado en sus campos. Ahora andan repartiéndose el quiñón, la leña de los árboles caídos. Menos es nada, pero están muy lejos de ser la resistencia que pretenden.

Poco han molestado Motos y Alsina. Un poco más Quintana. Pero sí han dejado salir del todo al pepitopiscinas que lleva dentro nuestro presidente, ya sea con gafas de piloto, pantalón pitillo o remangado y con pulseritas. Ahora cree que su mera presencia física acongoja y por eso hizo todo lo que pudo para aparecer enorme frente a Motos, invadiendo su espacio como los paletos de barra de bar. Le faltó golpear la mesa con el anillo para hablar de dinero: "¡mil millones como estos!", ¡Zas! Es todo lo que es Sánchez, un hortera que se topó con la posibilidad de ser presidente y que desde entonces, ojo, no ha desaprovechado oferta u oportunidad alguna para seguir siéndolo.

Aquí, como decimos lo que pensamos de izquierdas y derechas, pues no salimos en los manifiestos ni nos defienden los colegios o los sindicatos —ni falta que hace— cuando somos atacados o vetados por esas mismas derechas e izquierdas. Ah, y nos inventamos lo del 11-M, ese atentado del que no hay arma homicida, que carece de autor intelectual y cuyos únicos autores materiales están muertos y sin autopsia. Según sentencia del Supremo. Pero esas tres capas de ropa interior y aquellas tres fuentes, una por capa, figurarán siempre en la historia —negra— de nuestro periodismo.

Sumar Desgracias y el borrador de periodistas

Otro flanco de la izquierda que no hay que perder de vista es el de Yolanda Díaz porque también aboga por las guardias pretorianas periodísticas. Y hasta por la eliminación de contrarios. No en vano, el partido comunista tiene en el tintero una especie de código deontológico destinado a "acabar con las informaciones falsas" que contempla "graves sanciones y expulsión de la carrera periodística a quien manipule y desinforme". A quien lo haga, claro, según el criterio del comisario que lo supervise.

Al ver sus propias ideas publicadas salieron de madrugada a desmentirse: era "una propuesta de un borrador previo que no debía haber llegado al documento definitivo". Todavía peor: no era una metedura de pata por hablar más de la cuenta sino que está escrito. Aterrador. Qué más habrá en ese borrador. Si proponen expulsar a periodistas incómodos es muy posible que quieran juzgarlos para hacer efectiva "legalmente" esa sanción. No descartemos tribunales especiales, con sus jueces y sus fiscales. Por cierto, ¿el borrador contempla derecho a despido del periodista expulsado o va directo al calabozo? Es que vamos a tener que cambiar el convenio, qué engorro…

En cualquier caso, nada nuevo bajo el sol. Ya lo propuso Pablo Iglesias, sin necesidad de borradores, poniendo como ejemplo "lo que han hecho en Ecuador, en Argentina y en Venezuela". Es verdad que esto lo dijo hace unos ocho años, cuando hablaba con más claridad. Pero no creo que pusiera pegas para repetirlo desde el cuartel Red (Rojo) de Roures, privado y millonario, pero comunista. Dijo así:

Si la información es un derecho, en la medida en que un derecho se convierte en susceptible de mercantilización y en susceptible de ser una propiedad privada, se convierte en un privilegio. Por lo tanto, lo que ataca la libertad de expresión es que la mayor parte de los medios sean privados… Incluso, que existan medios privados ataca la libertad de expresión. Hay que decirlo abiertamente".

Así que, además de Ecuador, Argentina o Venezuela, por supuesto se refería a Cuba, China o a la España de Franco, sin ir más lejos. Tal es el modelo de Podemos, de Sumar y parece que también el de Àngels Barceló, la aspaventosa escudera del Mutante.

El último escolta de Pedro es su tocayo Almodóvar. El precipitado manchego no consiente que a su Pedro lo avasallen con preguntas "vejatorias". Además, cuidado porque Hitler llegó tras unas elecciones legales, nos advierte. Ya lo hizo otra vez Pedrito, como el del lobo, cuando dijo que el PP estaba dando un golpe de Estado el 11-M. Vaya, otra vez el 11-M, qué fijación… Lo hizo ante 500 periodistas acreditados para la presentación de su película "La mala educación".

"…Tenemos que entender algo terrorífico. El PP estuvo a punto, el sábado a las doce de la noche, de provocar un Golpe de Estado. No quiero ser fino ni delicado. No se trata de tirar piedras, pero hay que ver cómo se ha ido el PP. Pero, por fin, volvemos a estar en una España democrática donde se puede hablar claro. Ha sido el pueblo español el que salió a la calle a pedir información y aquello, afortunadamente, no se pudo parar".

No cabe destacar mucho más del multimillonario sectario porque vierte lo suyo de este viernes en un artículo escrito y es posible que se le dé mejor dirigir algunas películas.

Se agota el poder y al presidente le salen escuderos que vivían mejor con él y que se escudan en el periodismo para ocultar su nula aportación a la democracia. A Feijóo no debería darle miedo el debate del lunes aunque Pedro se suba encima de la mesa o pida que le sujeten el cubata. Pero si lo sintiera, por Dios que le dejen un teléfono rojo para que llame a Barceló, defensora de los entrevistados ofendidos. ¡Ah no, que Feijóo es del PP!

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