Mucho antes de que la Embajada de Israel en España emitiera su comprensible comunicado de protesta ante las infames declaraciones de algunos miembros del gobierno de Sánchez ante la masacre terrorista perpetrada por Hamás el pasado 7 de octubre, el Partido Popular, por boca de su vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta, Borja Sémper, ya salió oportuna y responsablemente a la palestra para denunciarlas por "justificar el ataque terrorista contra Israel". Fue también el Partido Popular el que develó cómo Pedro Sánchez no se había puesto en contacto, todavía, con el gobierno de Israel, liderado por Benjamín Netanyahu, cuando se cumplían diez días del ataque terrorista contra el país hebreo. Había sido también el Partido Popular el que, mucho antes que cualquier comunicado de la embajada israelí, había denunciado cómo Unidas Podemos y Más País, partidos que son parte de la coalición Sumar y que forman parte del actual Gobierno de coalición en funciones, hacían suya la infame proclama terrorista de que "Israel perpetra un genocidio contra los palestinos" y acudían a manifestaciones convocadas por una organización vinculada a Hamás como Samidoun (Red de Solidaridad con los Presos Políticos Palestinos), actualmente en proceso de ilegalización en Alemania por apología y apoyo del terrorismo. Finalmente, mucho antes también de que la embajada israelí hiciera su reciente llamamiento al presidente del Gobierno para que "denuncie y condene inequívocamente las vergonzosas declaraciones" de sus socios de gobierno, fue Borja Sémper el que exigía a "todo el gobierno" y "especialmente" a la vicepresidenta Díaz y a la ministra Belarra una "condena rotunda" del ataque terrorista.
Pues bien. En unos momentos en los que el gobierno de Sánchez, tras el comunicado de protesta de la Embajada israelí, ha tenido la insuperable desfachatez de negar la existencia misma de esas declaraciones de sus socios, declaraciones públicas y notorias que han hecho de España el único país occidental con ministros que niegan el carácter terrorista a Hamás y que, por el contrario, criminalizan a Israel acusándolo de genocida, el presidente del PP, Alberto Nuñez Feijóo, se ha descolgado con unas tardías y sorprendentemente tibias declaraciones en las que ha considerado que el comunicado de la embajada israelí podría haber sido "más atinado" y en las que rebaja el repugnante alineamiento del ala izquierda del gobierno con el terrorismo antisemita a mero "lío grosero" en el seno del Ejecutivo que está haciendo que "España pierda prestigio internacional".
No vamos a negar, obviamente, que España está perdiendo prestigio internacional por este asunto, pero reducir a "lío grosero" la negativa de parte del gobierno de Sánchez a mostrar su solidaridad con el país atacado por los terroristas, al que, además, acusan de genocida y de practicar el "apartheid", incluso después de la protesta de su embajada, supone una grosera falta de ponderación ante lo repugnante; un desatino equivalente al considerar "poco atinado" un comunicado de la embajada israelí que no hace sino denunciar, sólo que con días de retraso, lo que acertadamente ha venido denunciando el propio Partido Popular por boca de Borja Sémper.
Y es que, como ya dijimos hace una semana, Sánchez se ha mostrado tan indolente y permisivo con la falta de condena del terrorismo antisemita de sus socios comunistas como con la falta de condena del terrorismo etarra de sus aliados de Bildu. Y lo atinado, lo ponderado y lo proporcional, Sr. Feijóo, es denunciarlo con extrema gravedad.

