Menú

El golpe de Estado perfecto

La democracia no está en peligro, sino ante su propio suicidio. Si no logramos impedir la felonía la deriva nos enfrentará de nuevo a nuestros demonios.

La democracia no está en peligro, sino ante su propio suicidio. Si no logramos impedir la felonía la deriva nos enfrentará de nuevo a nuestros demonios.
Pedro Sánchez. | EFE

Ya que Pedro Sánchez impondrá una ley de impunidad en nombre de falacias y mentiras, expongamos sus razones limpias de polvo y paja, a salvo de tanto cálculo sofístico.

ACTO PRIMERO: Pedro Sánchez concede la amnistía para seguir en el poder. No la presentó como reclamo electoral el 23J. Sólo vio su conveniencia ante la necesidad de comprar 7 diputados para ser investido presidente. Ni convivencia ni gaitas. Si hubiera tenido la seguridad de ganar unas nuevas elecciones habría convocado su repetición; si hubiera tenido la convicción de ganar un referéndum a favor de la amnistía, lo hubiera convocado. No sólo estaba en juego su poder personal, sino el del propio PSOE como partido mayoritario. Por eso lo apoyan ciegamente los suyos. Todo por el escaño. Ya sólo son camorra.

ACTO SEGUNDO: "En nombre de España", por el bien de España, de la convivencia, del reencuentro… bla, bla, bla. Toda la farsa reducida a una frase: había que "hacer de la necesidad virtud". Asunción del cambalache. A pesar de existir otras salidas, bien un pacto de Estado entre los dos partidos mayoritarios, o bien la abstención ante el ganador de las elecciones con o sin pactos puntuales de Estado. O repetición electoral.

TERCER ACTO: "La amnistía resolverá el conflicto de Cataluña con España".

Posiblemente sea ésta la mayor mentira o el peor error. Den o no la amnistía, "El mal ya está hecho". Cualquier intento de enmendar sus consecuencias por el siguiente gobierno, provocará violencia. Y si no se enmienda, el independentismo tendrá vía libre para lograr sus objetivos. Me remito al enlace para no repetir argumentos.

CUARTO ACTO: Apagar un fuego para encender 17 no es una buena solución. Sánchez habrá logrado dividir aún más a los catalanes y encabronar a toda España.

QUINTO ACTO: Presentar la rivalidad democrática como un dilema apocalíptico entre un bloque progresista y otro de ultraderecha es un insulto a la inteligencia. ¿Cómo llamar progresista a esa orgía de leninistas revenidos, peronistas de medio pelo, predicadores de la cancelación, aliñados todos por lo peor de la derecha carlista reencarnada en el nacionalismo? Lo único que tienen en común es su odio a España y a esa Constitución que consagra una monarquía parlamentaria como símbolo de su unidad. Lo peor que llevamos algunos es la impostura en la argumentación, la falacia del maniqueísmo, y su falta de escrúpulos éticos para hacer colar como progresista lo que es profundamente reaccionario.

SEXTO ACTO: La Ley de amnistía, en realidad será una ley de impunidad. Las primeras filtraciones otorgan impunidad para todos aquellos que cometieron delitos de malversación, cohecho, desobediencia, desórdenes públicos, prevaricación, e incluso terrorismo en los altercados políticos destinados a lograr la independencia. Una amnistía a la carta, sólo para independentistas. El resto de españoles condenados queda fuera de ella, incluso algunos policías que fueron procesados por combatirla. Lo más parecido a una casta por encima de la ley. Hasta ocho vocales del CGPJ lo han denunciado en la petición que han hecho para celebrar un pleno contra la amnistía: "supone generar una casta jurídicamente irresponsable e impune" […] que puede derivar en "la abolición del Estado de Derecho". Si así fuere, se daría rango de ley a lo que esa casta nacionalista ha venido haciendo durante los últimos cuarenta años en Cataluña mediante la exclusión lingüística, laboral, cultural y nacional a más de la mitad de Cataluña. Todo por unas posaderas.

SÉPTIMO ACTO: El pacto con los amnistiados no traerá más simetría, sino más desigualdad: condonarán su déficit fiscal a costa del resto, y reconocerán el estatus de nación histórica para fundamentar e enfilar su derecho a la secesión.

ACTO FINAL: La democracia no está en peligro, sino ante su propio suicidio. Si no logramos impedir la felonía la deriva nos enfrentará de nuevo a nuestros demonios. Mientras tanto, ¿Por qué habríamos de cumplir la ley, si esta es discrecional, y el poder judicial que habría de garantizarla, puede ser humillado y colonizado por el caudillismo de un solo hombre? ¿Para qué ha servido el macro juicio del Tribunal Supremo más garantista y transparente que ha conocido el mundo? ¿Por qué ha de salir cada día el policía a perseguir el delito, si incluso su vida o su muerte están al albur de la arbitrariedad del gobernante? ¿O acaso dudan que la próxima canallada no será amnistiar a los terroristas de ETA? ¿Para que arriesgar la vida, entonces?

Ya no en España, en Cataluña miles de ciudadanos nos sentimos meados, pisoteados, humillados por un gobierno de miserables que ha dejado sin sentido toda nuestra vida en defensa de unos derechos civiles masacrados por el supremacismo racista de quienes ahora son amnistiados. No sólo nos han excluido, ahora habríamos de pedirles perdón por haber creído en una Constitución que nos hacía a todos libres e iguales. Paradojas de la historia, los nacionalistas ya pueden decir aquello de: "En el día de hoy, cautiva y desarmada la Constitución española, han alcanzado las tretas nacionales sus penúltimos objetivos supremacistas. La impunidad ha comenzado".

Yo te maldigo, maldito farsante, y te deseo que todo el odio que estás generando cuaje en un levantamiento constitucional contra tú felonía. Porque sólo desde dentro del Estado se podía dar un golpe de Estado perfecto. Y tú lo has hecho.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal