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David Vinuesa

Cuando el Atlético se cree muy guapo le parten la cara

El conjunto rojiblanco, por momentos, pareció dar por sentado que ganaría a Las Palmas por calidad y pegada.

El conjunto rojiblanco, por momentos, pareció dar por sentado que ganaría a Las Palmas por calidad y pegada.
EFE

Vaya por delante, antes de nada, una felicitación sincera a Las Palmas de García Pimienta por el partidazo que se marcó ante el Atlético de Madrid. Chapó a los pío pío. Jugaron muy bien al fútbol, con un trato de balón exquisito y las ocasiones que tuvieron las anotaron. El ABC del fútbol, ni más ni menos. El equipo canario ofreció una actuación de sobresaliente y se llevó de forma merecida los tres puntos en el duelo ante el equipo de Simeone.

Ahora bien, hay algo que siempre se dice de los enfrentamientos entre equipos modestos y conjuntos más grandes y es que para que los primeros ganen a los segundos ellos deben estar muy bien y los segundos no mostrar su mejor nivel. Esto no es ni mucho menos un menosprecio sino una realidad marcada por los jugadores y presupuestos que cada uno maneja y en eso el Atlético es mejor que Las Palmas, aunque ayer no fuese así.

Ojo, anoche en Gran Canaria no vi a un Atlético de Madrid falto de intensidad como en otras ocasiones o desmotivado. De hecho en la primera parte hubo grandes duelos de pelotas divididas y los Griezmann, Barrios, De Paul, Koke y cía se mataron por hacerse con cada uno de esos esféricos sin dueño. Sin embargo, sí noté, otra vez más, que el Atlético espera en algunas ocasiones a que la victoria le llegue por inercia más que por merecimientos. No fue falta de intensidad o concentración, pero sí falta de ambición. Había que dar un puntito más de fuerza y no se daba. Para ser líder de la Liga tienes que desearlo, no esperarlo, y el Atlético anoche pensó que era el más guapo de la fiesta cuando su mejor versión llega cuando piensa que es el patito feo del lugar.

Tampoco hay que hacer dramas mayores. Es sencillo. Cuando el Atlético se cree superior a su rival porque sí, guantazo. Cuando cree que todo rival le puede ganar, opta a luchar por todo. Es tan sencillo que lo preocupante, si no espabilan aunque creo que lo harán, es que aún no tengan eso claro dentro del vestuario. Aparte de coraje y corazón, yo pondría en el vestuario y en el túnel del Atlético en el Metropolitano la siguiente frase: "Cuando jugáis pensando que ganáis fácil sois un equipo mediocre". Lo ponía bien grande en la taquilla de todos también. Quizá así no hagan falta repasos como el de anoche. Tal vez así se entienda que para ser campeones de cualquier título hay que creerse el patito feo con mala leche en 10 de cada 10 partidos, no en 9 de cada 10. Es tan difícil ser campeón que no te vale con el 90% de partidos con esa mentalidad. Tienes que tener el 100, porque luchas contra rivales que necesitan muy poco para ganar partidos y en un instante sacarte 6 o 9 puntos de diferencia.

El de anoche fue el típico partido del Atlético cuando se cree los elogios. Cuando se creen que son buenos jugando al 70%. Pues viene Las Palmas o cualquier otro y te pinta la carita por, hablando claro, fliparte. El año pasado los descendidos le robaron puntos al Atlético de Madrid cuando todo hacía indicar que se podían llevar una paliza seria por parte del conjunto de Simeone. No olvidemos el famoso 0-3 al Espanyol que acabó con 3-3 en campo perico. ¿Aprendida la lección? Parece que no.

Por otro lado, tenemos que hablar de Oblak. Ojo, no matar a Oblak. Hablar de él. El Atlético no perdió por el esloveno, porque mereció perder de todas manera, pero la realidad es que se zampó el gol del Alavés y este viernes los dos de Las Palmas. De los últimos siete tiros a puerta, cinco han acabado en gol. No se ha notado mucho porque los partidos se sacaban adelante, sin embargo, son datos que un portero de la calidad de Oblak no puede ver reflejados en ninguna parte. Ahora que tu nueve, Morata, marca goles como soles, el Atlético no se puede permitir que le entre frío por la cabeza. La teoría de la manta, ya saben. Si te tapas por arriba se te quedan fríos los pies y si tapas los pies te entra frío por arriba. No puede ser. La manta debe ser más grande y más sólida.

Respecto a Simeone, los cambios de Koke y Griezmann terminaron de sepultar al Atlético. Quitar a tus directores de orquesta, a los únicos que controlan el juego, cuando tu rival te está mareando con el balón, no es ni mucho menos la mejor idea posible, pero claro, el martes hay Champions y no es un partido cualquiera. Se juegan la vida en el grupo europeo. Por lo tanto podemos podemos buscar 1000 cosas alrededor del cambio de Griezmann y Koke, pero la realidad es que llevan jugando todo desde hace mucho tiempo. Antoine con Francia aún más. Es el típico cambio preChampions de 60 minutos y te siento. Eso sí, creo que era mejor hacerlo contra el Alavés con 2-0. Comentario ventajista a resultado visto, por otro lado.

La conclusión es la que reza el titular de esta columna: cuando el Atlético se cree muy guapo le parten la cara. Anoche se la cruzó Las Palmas. En Valencia pasó lo mismo y después vino una racha espectacular. Ahora toca hacer los mismo para seguir peleando en Champions y Liga. Están en la élite y si quieren que los planes que dicen acaben en título, no se puede bajar la exigencia.

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