Tras el asalto de Pedro Sánchez al Tribunal Constitucional, el CIS, el CGPJ, la Fiscalía, Correos, Red Eléctrica, AENA, el Consejo de Estado, la Agencia EFE, RTVE, CNI, Indra, los letrados del Congreso, el INE y todo el entramado de medios de comunicación privados, con PRISA a la cabeza, solo resistían como instituciones la Casa Real, la Real Academia de la Lengua Española y el Banco de España. Pero este último también ha caído con el nombramiento de un lacayo sanchista como José Luis Escrivá. La RAE está también camino de la servidumbre ahora que ha entrado Javier Cercas en sustitución del independiente Javier Marías. Cercas votó a Sánchez creyendo que cumpliría su palabra de que no habría amnistía y luego lo acusó de cinismo, que es como meterse en una piscina con pirañas y luego lloriquear por las mordeduras.
José Luis Escrivá ha pasado a pertenecer al selecto club de españoles que ganan un Lamborghini al año, por usar el último recurso retórico y falaz de Sánchez cada vez más perdido en su laberinto de narcisismo, demagogia y populismo. Más de 200.000 euros para Escrivá que un día pasó por liberal y ahora es uno más de los responsables de la desintegración política, económica y, sobre todo, moral de España. La meritocracia no funciona en España, pero la PSOEcracia va como un tiro. Escrivá tenía prestigio en su profesión de economista, pero forma parte de la PSOEcracia que la cualificación técnica vaya en paralelo a la podredumbre moral y la falta de responsabilidad democrática. Esta dualidad de excelencia académica e indigencia ética también es una característica del nuevo jefe de gabinete de Moncloa, un prodigio de calificaciones y de cinismo. Nada nuevo desde que con Maquiavelo y Mazarino la política no quiso tener cuentas con ningún escrúpulo moral. Corruptio optimi, pessima. La corrupción de los mejores es lo peor de todo. Pedro Sánchez es el primer presidente que no hace el más mínimo esfuerzo por disimular que cree que sus seguidores son completamente idiotas y sus ministros nada más que esbirros a su servicio.
Pero el verdadero problema de la PSOEcracia no es que los socialistas estén parasitando las instituciones, sino que se ha extendido su poder a las mentes y los corazones de los que supuestamente debían estar en la oposición al resentimiento histórico, la sustitución sistemática de la verdad por la mentira, hasta hacer desaparecer la frontera entre ellas, y la querencia por el guerracivilismo como relación fundamental entre españoles, que son las marcas de la casa socialista.
Tal es la colonización de la PSOEcracia, sobre todo por su control cultural y educativo, que no hay ninguna esperanza de que vaya a cambiar la cosa en el corto y medio plazo. Si acaso mejorará la gestión del desastre, pero será como parchear el Titanic para que el hundimiento se retrase diez minutos. Decía Rafael Sánchez Ferlosio que vendrán más años malos y nos harán más ciegos. Creímos que después de Zapatero no podría haber nadie del PSOE que fuese peor. Nos equivocamos. Ahora pensamos que Sánchez es la fosa de las Marianas de la miseria política. Pues también nos estaremos equivocando. Apuesto por una mujer para batir todos los récords, cuotas mediante y discriminación de género. La PSOEcracia no es solo incompatible con la democracia sino también con la meritocracia.