
Son muchos los que todavía creen que Puigdemont, el Payés Errante cuyos votos en el Congreso ejercen de mosca cojonera ocasional del Gobierno, vive en la Luna. Pero la realidad resulta ser mucho más patética. Porque donde en verdad reside la cabeza de Puigdemont no es en la Luna, sino en el siglo XX. Y es que sólo un tipo que todavía habita en la centuria pasada puede celebrar como una victoria del nacionalismo doméstico la anécdota administrativa y perfectamente irrelevante de que el Banco de Sabadell haya decidido domiciliar otra vez su sede social en Cataluña.
Pretender que el Sabadell volverá a ser una entidad catalana de crédito por el hecho baladí de poner escrito en un papel que ahora su matriz se ubica en la capital de la comarca del Vallés Oriental, tal como parece barruntar el pobre Puigdemont, resulta simplemente ridículo, enternecedora y anacrónicamente ridículo; ridículo porque el Sabadell ya había dejado de ser catalán más de medio siglo antes de que a ningún independentista ni tan siquiera se le hubiera pasado por la imaginación poner en marcha el procés. Ocurre que el Sabadell, igual que Caixabank, posee más del 80% de su negocio en el resto de la península, lo que ya de por sí convertiría en mera anécdota romántica a sus señas de identidad históricas. Aunque lo sustantivo tampoco sea eso, sino la problemática catalanidad de los dueños del banco.
Porque los bancos, aunque Puigdemont no lo sepa, resulta que tienen dueños. Y por cierto, esa gente, los dueños, es la que acostumbra a mandar en todas las empresas, bancos incluidos. He ahí algo de lo que tampoco parece poseer demasiada constancia el Mesías de los Siete Segundos. ¿Y quiénes son los dueños de ese catalanísimo banco sito en la industriosa Sabadell? Bien, pues por este orden de peso accionarial, la muy catalana BlackRock, un multimillonario mexicano que responde por David Martínez, y Vanguard Group, el otro fondo global que compite con BlackRock en los cinco continentes. Sólo falta el chino del palco, ese que preside el Real Club Deportivo Espanyol.
