
Les voy a decir solo un dato. 50 de los 72 goles que lleva el Atlético de Madrid. Con eso se resume todo a la perfección. Medio centenar de goles los han marcado entre Julián Álvarez, De Paul, Correa, Nahuel Molina o Giuliano Simeone. Solo falta Musso, que es portero, y si eso acaba pasando ya directamente hay que traer el obelisco a los aledaños del Metropolitano.
El Atlético juega con las entrañas... ¡Argentinas en concreto! El equipo tiene en Julián Álvarez a su principal referente ya que es el que más brilla con sus goles, sin embargo, todo nace habitualmente de las botas de los que le acompañan. De Paul se une a este bautizado como asadito mecánico, también Giuliano o Nahuel, pero en Valencia, la especia final que se añadió a la carne albiceleste fue francesa. Griezmann fue el encargado de generar los dos primeros goles y eso me hace preguntarme cómo puede haber gente que todavía diga que la pareja titular no debe ser la formada por Antoine y Julián. Bueno, no pasa nada. Peor era decir que había que echar a Simeone y aún los había que decían eso así que...
Este Atlético sigue demostrando que volviendo a sus principios, los de mantener la portería a cero como primer mandamiento, puede optar a todo. El partido en Valencia fue el que tiene que hacer un equipo que quiere ser campeón. Da igual en qué competición. Es partido de equipo grande. De conjunto que sabe cómo lo tiene que hacer y en qué momentos debe acelerar y desacelerar. Ojo, todo esto no se sostendría sin la famosa contundencia de Simeone. Julián la tiene. Da igual que fallase el mano a mano claro del 0-3, porque la araña, antes de fallarte una, te mete dos. Eso también cuesta dinero y por suerte, el Atlético sí se lo gastó este verano en un jugador que estando solo en febrero ya tiene con los rojiblancos los mejores números que llegó a firmar con el Manchester City. Lo dicho, entraña de la buena.
A todo esto, los focos se irán a la delantera, pero yo me quiero fijar en la defensa. Ver a Le Normand en el Atlético es como tener vidas eternas en un videojuego. Da tal seguridad que eso se ha contagiado a Lenglet, que tampoco está fallando en los momentos importantes. Y como no, el lujo de Simeone de poder dejarse a Giménez en el banquillo en Mestalla para darle descanso y sacarle cuando el equipo ché empezaba a buscar balones al área. ¡Esto sí es tener centrales! Esto es lo que ocurre cuando sales al mercado y pones los billetes por un jugador campeón de Europa con España. No me cabe ninguna duda de que si el Atlético acaba visitando Neptuno, en gran parte será por estos tres nombres.
Por otro lado, no hay que obviar que la primera parte en Valencia fue muy buena, de 0-3 aunque fuese 0-2, pero en la segunda el bajón fue notable. Eso sí, no creo que sea por falta de ambición o de ganas sino por orden expresa del señor Don Calendario. Con lo que tiene el Atlético por delante, mal harían los rojiblancos en no hacerse dueños de los tiempos de los partidos y cuando toque resistir atrás guardando fuerzas tocará hacerlo sin quejarse. Así lo hizo en Mestalla y Correa remató la faena gracias a otro de los jugadores que entró de refresco, Gallagher. El inglés y el argentino plantean pelea a los titulares y eso también ayudará al grupo a seguir creciendo.
Las conclusiones de Mestalla son estas y creo que el camino a seguir es este. No hay más. Lo bueno es que el Cholo lo sabe y en Barcelona, primero portería a cero y luego, visto lo visto, entraña argentina.
