Después de un lamentable paso por las salas de cine en el que ha cosechado apenas 4.000 espectadores, RTVE decidió estrenar este jueves el docutrola 7.291, tan poco riguroso como que ya en su título contiene la primera y más importante mentira: se trata de una cifra falsa que la izquierda madrileña viene publicitando desde hace años como el número de ancianos fallecidos en las residencias durante el covid, pero la verdad es que el dato real es muy diferente: 4.143.
Se trata de una emisión que evidentemente forma parte de una nueva operación política contra Isabel Díaz Ayuso, montada para tratar de reactivar uno de los asuntos con los que se ha pretendido dañar, incluso en lo personal, a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Como era más que previsible, a la emisión han seguido una orquestada serie de declaraciones de buena parte de los líderes de la izquierda madrileña fingiendo indignación con la hipocresía que les caracteriza. Y después, un pleno especialmente bronco en la Asamblea regional, con el PSOE muy agresivo tanto dentro como fuera del hemiciclo.
Un escalón más en la larguísima escalera de acusaciones falsas, abusos y mentiras con las que la izquierda, la misma izquierda que primero despreció y luego saboteó el Zendal, viene tratando de arrojar sobre los hombros de Díaz Ayuso cuando fueron ellos, ahí están Fernando Simón y Salvador Illa como mejores ejemplos, los principales responsables de que murieran muchas más personas de las que habrían fallecido si la gestión del problema hubiese recaído ya no en mejores gestores, sino sólo en personas decentes.
Ya van más de 60 ocasiones en las que la Justicia ha rechazado denuncias contra la Comunidad de Madrid por esa gestión de las residencias de ancianos durante la pandemia, repetimos: más de 60. También se ha descartado en varias instancias cualquier tipo de ilegalidad en la comisión que legítimamente cobró el hermano de Díaz Ayuso por conseguir material sanitario en el momento en el que este era extraordinariamente necesario.
Y mientras eso ocurre, el partido de Koldo y el Gobierno en el que estaban Ábalos e Illa y están ahora Ángel Víctor Torres y Armengol montan operaciones políticas usando la televisión pública y se permiten el lujo de pedir la dimisión de la presidenta de Madrid. Los mismos que montaron una trama de corrupción para vender mascarillas en muchos casos defectuosas piden responsabilidades políticas. Hay que tener la cara más dura que el diamante.
Ante esta nueva andanada de mentiras Madrid ha lanzado un vídeo en el que deja en evidencia las mentiras y las contradicciones de Simón, Illa o el propio Sánchez y lo desastrosa que fue su forma de afrontar una epidemia. Algo que, hay que recordarlo una y otra vez, era responsabilidad suya, más aún desde el establecimiento de los estados de emergencia, uno de ellos declarado inconstitucional, por cierto, lo que para cualquier Gobierno decente habría sido motivo sobrado de dimisión.
También se ha hecho público un contundente mensaje de la propia presidenta Isabel Díaz Ayuso en el que, además de tener un cariñoso recuerdo para las víctimas, explica lo que realmente ocurrió en aquellos días tan difíciles con los datos objetivos que demuestran que Madrid fue la comunidad autónoma que mejor y más rápido gestionó las sucesivas olas de covid.
Es un ejemplo perfecto de cómo hay que reaccionar ante las campañas y las mentiras de esta izquierda sin escrúpulos ni moral que nos ha tocado sufrir: de frente, con la verdad, sin ceder un milímetro al relato inventado y, en suma, sin complejos.


