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Príncipe de Maquiapedro, el relato

Déjense de Leires Cloacas y demás figurantes, y vayan a por cada una de sus concesiones a los nacionalistas y a cada uno de los asaltos que hace a las instituciones del Estado y a la separación de poderes.

Déjense de Leires Cloacas y demás figurantes, y vayan a por cada una de sus concesiones a los nacionalistas y a cada uno de los asaltos que hace a las instituciones del Estado y a la separación de poderes.
FOTODELDÍA MADRID, 05/06/2025.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, espera la llegada del rey Abdullah II de Jordania, con quien se ha reunido este jueves en Moncloa. EFE/ Javier Lizón | EFE

A rio revuelto, ganancia de pescadores. Y a mayor confusión política, más impunidad del gobierno, habríamos de advertir quienes analizamos la actualidad política, a riesgo de dejarnos deslumbrar por los destellos del barullo diario, en detrimento de delitos flagrantes contra las bases mismas del orden democrático.

Para muestra un botón. El numerito de Leire Cloacas de ayer ha opacado por completo el mayor atraco al Estado de Derecho de esta legislatura: la legitimación de la amnistía por un Presidente del Tribunal Constitucional, que como el Director del CIS o el Fiscal General del Estado forman parte de una banda de mafiosos al servicio de un Okupa determinado a perpetuarse en la presidencia del Gobierno a cualquier medio.

La lectura occidental para adiestrarse en lograr el poder y mantenerse en él a cualquier precio sigue siendo "El Príncipe de Maquiavelo". Si tuviéramos que resumirlo en una sola frase, sería ésta: "El fin justifica los medios", cualquier medio a espaldas de cualquier valor ético o interés que no sea el propio. Aspirar o ejercer el poder implicaría usar cualquier método, incluso la alteración de la legalidad o su manipulación, mentir a conveniencia a propios y extraños, comprar, vender cualquier cosa y a cualquiera, o utilizar los métodos más crueles si es necesario, sin inmutarse ni apiadarse.

Ese Príncipe de Maquiavelo es hoy "El Relato de Maquiapedro". Desde que Sánchez se apropió de aquella idea del ex-vicepresidente podemita, Pablo Iglesias, de que la derecha no volvería al poder si se lograba una coalición de todos los enemigos de España (todas las izquierdas, más todos los nacionalistas e independentistas de derechas y de izquierdas, incluidos los herederos de los terroristas de ETA), ha ido perfilando una Confederación de Estados plurinacionales como meta volante de una España, primero, y trampolín después para perpetuarse en el poder. Desde el minuto uno, Pedro Sánchez entendió el mensaje. Si quería sostenerse en el poder habría de lograr imponer UN RELATO alternativo A LOS HECHOS. Es decir, borrar los perfiles de la realidad objetiva para imponer su visión de la realidad a conveniencia. Un visionario a puertas de la inteligencia artificial que difumina la verdad de la mentira.

Y en eso estamos desde que se vio obligado a desdecirse de la inconstitucionalidad de la amnistía para imponer su constitucionalidad como columna vertebral de su proyecto: OTORGAR LA AMNISTA para asegurarse el poder. Con la mentira más grosera: "Por el bien General, para devolver la convivencia a Cataluña". La mentira es tan grosera como falsa la supuesta convivencia que resultaría de esa supuesta generosidad. Y si no que se lo digan a Salvador Illa el otro día en el Palau de la Música al grito de independencia de todos los amnistiados.

Antes ya se había desdicho en otras promesas: "se lo puedo repetir cinco veces, con Bildu no vamos a pactar", "Nunca podría conciliar el sueño si pactara con el populismo" (Podemos); y le seguirían todas las demás. Pero a la vez que iba empedrando de mentiras el camino al infierno, ya estaba diseñando el control de las instituciones, empezando por el CIS de Tezanos, o la presidencia del TC con Cándido Conde-Pumpido. Nada de lo que hizo y hace ha sido improvisado; ha estado, y está diseñado, para lograr el control del poder. Y para ello, debía controlar EL RELATO. Y en eso está a pesar de que las mentiras empiezan a ser insoportables.

He insistido en esta evidencia en artículos anteriores porque en el fondo, muchos analistas siguen enredados en los escándalos luminosos que dan vidilla a los medios, desatendiendo la naturaleza tóxica del Maquiapedrismo. No es que quiera perpetuarse en el poder, que en ello está; no es que esté erosionando las instituciones democráticas, que no para de hacerlo; es que está acabando con una cultura cívico-democrática construida por la Transición del 78 basada en valores como la palabra dada, la honradez o la libertad, que pisotea cada día. Y cuyo resultado es venenoso para la convivencia: la gente corriente ya no cree en los políticos; y empieza a no creer tampoco en la política. Y eso es un cáncer que lo corroe todo. Es muy fácil promulgar una ley para lograr un objetivo, pero recuperar los valores de una sociedad desencantada, cuesta generaciones. Y esta degradación la agrava cada día más.

Por ello es preciso reparar en su determinación por imponer RELATOS, por muy esperpénticos que sean. "Pedro Sánchez está empeñado en crear una realidad paralela a la realidad objetiva basada en hechos contrastados, para substituirla por RELATOS". Como esas mentiras de Oscar Puente, Pilar Alegría o Chus Montero sobre la bomba lapa. A PESAR DE SU FALSEDAD. Su única inquietud ante ella es si sus medios tienen o no capacidad para imponer SU RELATO. Pierdan toda esperanza de que rectifiquen. No lo harán. Y pónganse en lo peor.

Pero tampoco pierdan pólvora con los mercenarios. Sólo hay un responsable, Pedro Sánchez, los demás son colaboradores necesarios. Por una sencilla razón, porque cuando en una nación se impone un régimen, detrás hay un caudillo, un tirano, un dictador, o un iluminado narcisista. Nadie podría explicar el trumpismo sin un bocachancla deslenguado como Donald Trump; nadie podría explicar el nacionalsocialismo sin un Adolf Hitler, o nadie podría concebir el castrismo bananero sin Fidel Castro… Que sus colaboradores fueron cómplices, es una evidencia. Por supuesto, pero sin su impronta, tales regímenes no hubieran existido. ¿Alguien se imagina la degradación democrática de la España sanchista sin Pedro Sánchez? ¿Alguien cree que Pedro Sánchez no está tras cada una de las tácticas chantajistas que nos asolan? ¿Alguno se puede imaginar a Pedro Sánchez suplantado por sus palancaneros, o que cualquier de ellos actúe sin su consentimiento?

Déjense de Leires Cloacas y demás figurantes, y vayan a por cada una de sus concesiones a los nacionalistas y a cada uno de los asaltos que hace a las instituciones del Estado y a la separación de poderes. Él es un peligro para todos los españoles, incluso para los españoles que no quieren serlo. Al tiempo.

PD: Y pierdan toda esperanza de regeneración democrática en el PSOE. Fíjense en el Presidente de Castilla la Mancha, García Page. Está preocupadísimo por cómo le puede perjudicar electoralmente la deriva del partido en su chiringuito autonómico; pero ni una palabra contra la degradación democrática del gobierno de España. ¡Ay estos oportunistas! Nunca sacan los pies del tiesto si no es para medrar con las cartas marcadas.

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