
Ha dicho Tellado, el segundo hombre fuerte del PP, que los españoles estamos desanimados y resignados con el autócrata. Es una intuición poco respetable. Cabreada, enfadada e indignada está la gente con el tirano, sobre todo, cuando percibe que la Oposición del PP y de VOX no consiguen sacar al autócrata de La Moncloa. Por eso, precisamente, el personal, el pueblo, los ciudadanos más preparados de España, le dicen a los del PP: "Den, hombre, más caña al dictador". Sí, un autócrata dirige los destinos de España hacia el abismo. También está poniendo en ridículo las instituciones europeas. Es compartido este diagnóstico por la mayoría de la ciudadanía europea. El pronóstico, pues, es acorde con el diagnóstico: o desaparece el autócrata o el entramado institucional español y europeo perderán su fundamento último: la dignidad.
El autócrata, sin embargo, no está solo. Es algo conocido en el mundo entero. La soledad en las dictaduras es asunto de la literatura, casi siempre de la mala literatura. Lo real, lo genuinamente cierto, es otra cosa. Cientos de personas, arrastradas por su afán de servidumbre voluntaria, esclavas de sus perversas elucubraciones, e instituciones maniatadas por la ideología están prestas siempre a colabora con el autócrata; a veces, sin llegar a ponerse a su servicio, colaboran con el dictador hasta los de la Oposición. El caso español sigue siendo de libro. De tragedia. Hasta la semana pasada, los del PP no han empezado a hacer Oposición seria y contundente en el Congreso de los Diputados. Hasta la semana pasado, se dice pronto, no dijo Feijóo lo que sabía toda España: la base financiera de la carrera política del autócrata fue la prostitución.
Sí, todavía el PP mantiene unos vínculos con el partido del autócrata que hacen sospechar a los propios votantes de Feijóo sobre su inoperancia para expulsarlo del poder. No mencionaré algunos pactos de Estado que, desde finales de 2023 a principios de 2025, firmaron PSOE y PP, claves en los ámbitos la justicia, la constitucionalidad, la legislación interna y varias medidas socioeconómicas, sino a las votaciones coordinadas entre esos dos partidos en el Parlamento Europeo: sí, hombre, sí, PP y PSOE comparten la cartera legislativa europea: votaron de forma idéntica en el 88–91 % de los informes y mociones.
O sea, el autócrata no está solo. Si se mantiene en el poder, alguna responsabilidad tendrá el PP. Por lo tanto, señor Tellado, no estamos resignados. Estamos dispuestos a cantarles las cuarenta hasta el Lucero del Alba, sencillamente, porque estamos hartos de una casta política que es incapaz de recoger lo que le pide la ciudadanía más desarrollada de España: ruptura de todos los vínculos con el autócrata y con los secesionistas, vinculaciones claras y distintas con los de VOX, moción de censura y movilizaciones permanentes en todas partes… Se dice que el pueblo tiene los políticos que se merece. En algún aspecto puede que los políticos sean realmente el espejo de la sociedad. Pero, paradójicamente, es válido todo lo contrario… Tiendo a creer que los españoles no se merecen esta castuza política. Eso, al menos, he sacado yo de las preguntas que al señor Tellado le han hecho los oyentes de Es La Mañana de Federico.
