
Sarna con gusto, no pica… Tras la masacre contra civiles que los terroristas de Hamás perpetraron el 7 de octubre de 2023, se realizaron dos encuestas para conocer la opinión de los palestinos. Arab World for Research and Development (AWRAD) entrevistó a 668 personas, "face to face" entre el 31 de octubre y el 7 de noviembre, en Cisjordania y en tres gobernaciones de Gaza (Deir Al Balah, Khan Yunis y Rafah). Resultados en titulares: el 75% apoya los ataques y el mismo porcentaje confía en una victoria de Hamás. El 98 % nunca olvidará ni perdonará lo que Israel ha hecho y sigue haciendo durante esta guerra y el 90% confirma que la coexistencia es imposible. Transcurrido un mes de los ataques, las organizaciones mejor valoradas son las Brigadas Al-Qassam (89%) y la Yihad Islámica (84%). Los terroristas islámicos.
Unas semanas después, The Palestinian Center for Policy and Survey Research (PSR), en colaboración con la Fundación Konrad Adenauer en Ramallah, realizó la segunda. Del 22 de noviembre al 2 de diciembre entrevistó a 1.231 personas también "en Cisjordania y la Franja de Gaza". La agencia AP News la resumía así: "Aumenta el apoyo a Hamas, incluso en la devastada Franja de Gaza, y el rechazo a Mahmoud Abbas (presidente de la ANP), respaldado por Occidente, es abrumador, con un 90% diciéndole que debe renunciar". La Autoridad Nacional Palestina es el trampantojo de Estado que reconoce el Gobierno español.
Los resultados muestran a una población enajenada. Consecuencia de generaciones fanatizadas que han convertido en propósito de vida un ansiado martirio. Obsesionados por matar al infiel, al occidental, empezando por el judío que lo tienen más a mano, malviven en un presente de guerra y terror. Arrastran una historia miserable y desgraciada y su futuro es el de un pueblo paria, del que sus vecinos abominan. Extras desfigurados deambulan entre las ruinas de un drama transformado en plató. Espectáculo televisivo para unos medios de comunicación que justifican el terror, manipulan los hechos y ceban el victimismo. A una parte de la población palestina, nunca a los terroristas, quizá se le pueda aplicar el eximente de alienación ante el juicio de la historia, Pero mientras: sarna con gusto no pica, pero mortifica.
"Lo he dicho antes y lo vuelvo a repetir: Somos nosotros quienes necesitamos esta sangre. La sangre de las mujeres, los niños y los ancianos de Gaza. La necesitamos para que despierte en nosotros el espíritu revolucionario y despierte en nosotros la determinación". Arengaba Ismail Haniyeh, el líder político de Hamás, desde su cómodo refugio. El discurso se emitió el 26 de octubre en la TV libanesa Mayadeen Network. Nueve meses después, las Fuerzas de Defensa de Israel le metieron un bombazo en un apartamento en Teherán.
Hamás también necesita esa sangre para manipular a la opinión publica occidental. En el informe del coronel israelí Gur Laish (La iniquidad de los amorreos…, al que me referí en la primera de estas tres entregas), el autor señala que la estrategia de los terroristas consiste en utilizar a su población como escudos. Desplegándose deliberadamente en zonas densamente pobladas. Ocultando centros de mando en hospitales y mezquitas. Si, "a pesar de todo las FDI atacan, se utilizará con fines propagandísticos a los heridos y muertos". Se invierten los papeles: el Ejercito de Israel intenta proteger a los civiles, minimizando las bajas en acciones de guerra y Hamás expone a su población y explota los daños en beneficio propio.
El último ejemplo de esta estrategia ha sido la campaña de manipulación por el control de la ayuda humanitaria. Una excusa perfecta. Según fuentes involucradas en las negociaciones de alto el fuego, citadas por The Times of Israel, "los miembros de Hamás en Doha han dicho a los mediadores que no están interesados en reanudar las negociaciones hasta que la crisis alimentaria en Gaza disminuya".
Hamás sabe explotar la "sensibilidad" occidental y el odio al judío latente en sectores sociales (de izquierda y derecha). "El secretario de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, dijo que los disparos contra civiles que esperaban ayuda eran repugnantes y pidió a Israel que exigiera responsabilidades a sus autores". "ONU: Las fuerzas de ocupación mataron a 105 palestinos en dos días mientras buscaban alimento" https://seraj.tv/post/34446. "Ministro de Asuntos Exteriores francés: El sistema de ayuda humanitaria a Gaza es vergonzoso". Son algunos de los titulares que, a finales de julio, difundía Seraj.TV, la web de Al-Aqsa, el canal de televisión dirigido por Hamás.
¿Ha sido esa intensa campaña sobre la hambruna un nuevo intento de debilitar y desestabilizar al primer ministro Netanyahu y, con él, a las Fuerzas de Defensa de Israel? A la vista de los últimos acontecimientos –el Gabinete de Seguridad aprobó el 7 de agosto tomar el control de Ciudad de Gaza– resulta una pregunta pertinente. Las casualidades no existen. "La caída de Ciudad de Gaza es prácticamente la caída de Hamás. Tomar su control es un punto de inflexión", afirmó Amir Avivi, general de brigada israelí retirado.
Los palestinos tendrán hasta el 7 de octubre de 2025 para evacuar la Ciudad de Gaza. Dos meses en los que asistiremos a una nueva ofensiva mediática y política para que Israel ceje en su empeño de extirpar el cáncer del terrorismo. Fleur Hassan, la vicealcaldesa de Jerusalén, recordaba en esRadio que el suyo es el combate de una civilización libre contra las tinieblas del yihadismo: "Europa despertará un día y dirá que Israel tenía razón". Mientras esto sucede, aquí seguimos. Porque ya saben ustedes que "en la guerra, los hijos de la luz serán más fuertes y los hijos de la justicia resplandecerán en todos los confines de la tierra" (Reglas de la Guerra. Cueva 1, Qumrán).


