
Dos puntos de nueve. El peor inicio de la era cholista en el Atlético de Madrid con unos números que no solo dejan en una crisis total al conjunto rojiblanco antes del parón internacional sino que evidencian que, como suele ocurrir en el Metropolitano y antes en el Vicente Calderón, aquí sufren los de fuera mientras los que están dentro solo intentan cuadrar las cuentas o sacar un 5 a fin de curso.
El Atlético firmó en Vitoria la tercera vergüenza consecutiva del curso volviendo a tirar a la basura un marcador a su favor. Dice mucho de la personalidad del vestuario que el jugador que ayer cometió el penalti tonto que costó la victoria sea uno de los que se quejan porque no juegan siempre como titular. Ayer le tocó la tontería a Sorloth. El noruego estaba triste después de la jornada 1 e incluso se habló de que se quería ir. Pues bien, después de la llantina, el señor Alexander marcó ante el Elche, falló una ocasión clarísima que hubiese supuesto el 2-0 frente a lo ilicitanos y ayer remató la faena haciendo el penalti en contra y firmando un partido que si alguien me dice que estaba amañado por su parte, me lo creo. Esto es irónico por supuesto, pero repito, si alguien me dice que Sorloth estaba comprado en Vitoria, me lo creo, porque es muy difícil jugar tan mal como lo hizo el noruego en Mendizorroza llegando incluso a quitarse en jugadas en las que podía meter el pie. Eso sí, la llantina porque papi Cholo no me saca que no falte.
La realidad es que en el Atlético se llora mucho y se hace muy poco. Y los que más lloran son los que menos hacen. Aquí todo el mundo se queja. Los de arriba te venden que no hay dinero para ser más ambiciosos. En el vestuario dicen no saber qué está ocurriendo implorando a la famosa contundencia. Y fuera los aficionados, los únicos que tienen derecho a sollozar si les da la gana, se zampan nuevamente la sensación de que otro curso más casi todo se va al traste en la Liga.
Aquí ya no vale con los abrazos y mimos del Cholo. Se han ganado a pulso que cambien las cosas. O Simeone entiende que es hora de cambiar y reventar la pizarra contra la pared en alguna ocasión o al final se va a ir a la calle con la pizarra y la zanahoria. Él dijo que los palos no funcionan, sí la zanahoria. Pues o empiezas a dar palos o el palazo definitivo te lo van a dar a ti, Cholo, porque a ellos no los echan, pero a ti sí y aquí ya no cuelan el discurso ni las excusas de nadie. Ni el tuyo de la "contundencia" ni el de Oblak saliendo después de cada partido a decir "no sé qué pasa" ni las risas de Griezmann al disparar al palo cuando tu equipo está en plena crisis deportiva. Los tiempos de acariciar el lomo a todo el mundo deben acabar porque el año que viene muchos se irán del Atlético, pero los aficionados se van a quedar y ellos no están para cachondeos y masajes.
Voy a decir algo muy serio. Tengo la sensación de que vaya bien o vaya mal la cosa este año, Simeone no estará mucho más en el Atlético. Eso lo tengo asumido. Y creo que Cerezo y Gil Marín tampoco. Ese día se acabarán muchos clichés. Muy pronto, pase lo que pase este año, se van a ir del Atlético todos los que quedan siempre señalados, en el banquillo y en el palco, y llegará el momento que muchos han pedido. A partir de ahí veremos a quién se señala, pero si eso ocurre finalmente en 2026 aún queda mucho tiempo por delante antes de eso. Miedo me da que muchos tiren del famoso refrán "para lo que me queda en el convento, me cago dentro" porque es precisamente lo que muchos están haciendo sobre el escudo rojiblanco.
Basta ya de excusas. De hecho estoy harto de escribir tantas veces y desde hace tanto tiempo "basta ya de excusas". Me repito y me aburro tanto como se está aburriendo la hinchada colchonera. Cada uno debe asumir su culpa desde ya. En lo despachos y en el campo. Por poner un ejemplo sangrante, el balón parado. 16 saques de esquina consecutivos en el Atlético en los que ni siquiera se remata. Ni a portería ni fuera. 16 córners. ¡No se remata en 16 córners, señoras y señores! Es una barbaridad de dato. Simeone y su cuerpo técnico llevan 3 años con estas estadísticas en los saques de esquina. ¿La única solución es hablar de contundencia? No me lo creo. Ni yo ni nadie. O espabilas a los que rematan o lo entrenas bien o señalas a los lanzadores y rematadores, pero que hagan algo ya porque dentro del Atlético está mal visto señalar a los culpables y por eso la mayoría siguen haciendo lo que les da la gana.
A pesar de todo lo dicho es indudable que el Atlético es experto en convertir una nube negra en un huracán. Lo que más fastidia de todo lo que está ocurriendo ya lo he dicho en los párrafos anteriores, pero lo segundo más doloroso es que en todos los partidos has podido ganar y siempre toca cruz. En el debut con el Espanyol con Julián tirando al palo el 0-2 que sentenciaba el choque. Contra el Elche con Sorloth mandando al limbo un 2-0 en el primer cuarto de hora. Y ayer con 0-1 regalas el penalti ante un Alavés que no hizo moverse a Oblak en todo el partido. Haciendo mil cosas mal, el Atlético ha tenido los tres encuentros en su mano y con un poco de viento a favor se los hubiese llevado. Cuando todo va mal tiras la moneda 30 veces y te sale cruz y el Atlético es experto en creerse maldiciones donde no las hay.
Reconozco que estoy con todas las alarmas encendidas. Tengo pánico a la cabezonería de muchos y de cabezones está el cementerio lleno. Espero equivocarme y ver algo diferente después del parón de selecciones porque hace tiempo que el Atlético que nunca deja de creer se ha convertido en el Atlético que nunca deja de creerse sus propias excusas. Sigo pensando que hay mucho potencial y un entrenador capaz de revertir la situación. El problema es que siguen con la zanahoria y no con el palo. Toquemos madera.
