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CRÓNICAS COSMOPOLITAS

Huelga de basureros

"Una vida sin violencia, con el máximo posible de igualdad de oportunidades". ¿Quién ha escrito ese "proyecto de civilización"? ¿Un testigo de Jehová, un cuáquero, un mormón o un evangelista? No, lo ha escrito Jorge Semprún. A menos que Antonio Elorza se confunda y sea Dominique de Villepin o Jürgen Habermas, porque los mezcla en su comentario dinámico sobre el "cosmopolitismo europeo" (El País, 15-7-06).

"Una vida sin violencia, con el máximo posible de igualdad de oportunidades". ¿Quién ha escrito ese "proyecto de civilización"? ¿Un testigo de Jehová, un cuáquero, un mormón o un evangelista? No, lo ha escrito Jorge Semprún. A menos que Antonio Elorza se confunda y sea Dominique de Villepin o Jürgen Habermas, porque los mezcla en su comentario dinámico sobre el "cosmopolitismo europeo" (El País, 15-7-06).
Jorge Semprún

Escribir eso ahora, o hace dos años, no es sólo una imbecilidad: es una canallada. Escribir esa frase que parece la cita de un deber de vacaciones de un alumno de doce años de una escuela progre –lo son todas–, hablar con ese tono infantil de lo bonita que es, o sería, la paz es una canallada cuando estamos en tiempos de guerra. Porque así se pasa de largo ante los atentados terroristas cometidos en el mundo entero y en Europa, puesto que de Europa se trata, "olvidándose" de Atocha, del metro de Londres, o de las bombas descubiertas a tiempo en dos estaciones alemanas, o de las guerras recientes en la ex Yugoslavia. Y en cuanto a la violencia, ¡no digamos! Basta recordar el País Vasco, basta recodar las violentas revueltas en todos los suburbios de las ciudades francesas, perfectamente controladas por el islam "francés", del pasado otoño. Hablar de "vida sin violencia" cuando la violencia recorre toda Europa, es de sinvergüenza.

Se me dirá que se trata de un deseo, y los finolis precisarán: de una utopía. Ni eso, es pura propaganda, heredada del movimiento comunista, que ya afirmaba: "Nosotros somos la paz, el imperialismo es la guerra". ¡Basura! Y en cuanto a la "igualdad de oportunidades", eso recuerda a los mendrugos de pan que las damas "bien" repartían a los pobres, en las novelas de Dickens. ¡Basura!

Slobodan MilosevicYa que cité las guerras en Bosnia, Kosovo y demás, si yo he tenido siempre bien claro que la principal responsable era la dictadura comunista de Milosevic y compinches, y me alegré de la muy tardía intervención militar contra ellos, no puedo tolerar intelectualmente la tétrica parodia de "justicia" del Tribunal de La Haya. Altos funcionarios extraterrestres, como Carla del Ponte, juzgan fríamente, basándose en "textos sagrados", sin entender absolutamente nada de la locura pasajera que se apodera de las gentes en esas guerras, ni de la necesidad moral de castigar al culpable pero de perdonar –o amnistiar– al máximo una vez que se han callado los cañones. No, no ocurre así. Los jueces (¿Nombrados por quien? ¿Representando a quien? ¿A la ONU, esa calamidad?), fría y burocráticamente, deciden que puesto que han condenado a un serbio, se deben de condenar a un croata, como si del Premio Nobel de Literatura se tratara, como si serbios y croatas fueran igual de responsables. Hay que suprimir ese siniestro tribunal, hay que prohibir la tétrica Comisión de Derechos Humanos; en una palabra, hay que liquidar la ONU o al menos –seamos "pragmáticos"– transformarla de cabo a rabo.

Pero en un país como España, en donde el Tribunal Supremo declara la guerra –simbólicamente– a los USA, considerando que todo terrorista antiyanqui que haya pasado por Guantánamo no sólo es inocente, sino un héroe, se puede esperar cualquier cosa, incluso que voten a Rodríguez Zeta, otro que le propone la "alianza de civilizaciones" a la barbarie y la "vida sin violencia" a los terroristas. En cuanto a la "igualdad de oportunidades", no digamos, con tal de ser de ETA, de ERC, o tener el carné del PSOE, todos iguales, incluso si algunos tienen más "oportunidades".

La palabra tinieblas se ha puesto de moda entre los columnistas de El País, tan sensibles a las modas, pese a ser el portavoz de las luces del totalitarismo light de la socialburocracia. Ayer fue Elorza, el incomparable "querido camarada"; ahora es el analfabeto de José María Ridao quien se lanza a una "Carrera hacia las tinieblas" (El País, 28-7-06) y dicta a Israel sus órdenes. Según nuestro viajero sin andén., Israel tendría derecho a defenderse, pero no así (es él quien subraya). Claro que, con ese sofisma, lo que pretende es sumar su voz a la calumnia, denunciando que a Israel no se defiende sino que se limita a matar civiles. Todo el mundo sabe que Hezbolá se rodea y escuda detrás de civiles, de forma que cuando a Israel, para defenderse legítimamente, ataca sus bases de misiles o sus depósitos de explosivos o a los propios "civiles armados" terroristas, obligatoriamente, tal y como estaba previsto y planeado, hay víctimas civiles.

Terroristas de HezboláNadie, que yo sepa, parece haberse percatado de que la monstruosa utilización de niños como rehenes y escudos humanos, a quienes los islamistas condenan voluntariamente a la muerte y que tan eficazmente utilizan en su propaganda, tiene sus raíces en el más antiguo de los antisemitismos musulmanes –y no sólo musulmanes–, cuya leyenda negra afirma, desde hace siglos, que los judíos se dedican a matar niños para beber su sangre. Yo conozco a una periodista francesa, quien, estando en Moscú por los años noventa, con un hijo de pocos meses, oía diariamente a moscovitas, supuestamente ex soviéticos, recomendarla no ir con su niño a ciertos barrios, porque residían allí muchos judíos y "debe saber que los judíos roban niños para 'sacrificarles' y beber su sangre". ¡Palabra de honor!

Esta propaganda onusiana, unesquiana, islámica, progre y antisemita, no sólo miente y exagera al máximo, ayer como hoy, el número de víctimas civiles en ésta como en otras guerras, sino que felicitándose con los misiles, cada vez más numerosos, cada vez más peligrosos, que explotan en el norte de Israel, y cuyos objetivos son, a todas luces, civiles y caen al buen tuntún, los convierten en objetivos militares, en heroica defensa contra la agresión. Puesto que los israelíes son judíos, y los judíos, criminales de nacimiento, todo atentado, todo bombardeo, toda agresión es "santa". ¡Alá es misericordioso!

Además, ese sans culotte de Ridao nos condena a todos los que no estamos de acuerdo con él, los que no exigen "un cese inmediato de las hostilidades", a las llamas eternas del infierno. ¿Y por qué, puesto en su papel de árbitro de las tinieblas, no se lo exige usted a Irán, que ha desencadenado esta guerra contra Israel, suministrando a sus mercenarios de Hezbolá armas que mañana podrán ser nucleares? Y, si eso ocurre, la culpa seguirá teniéndola Israel, por existir, provocación intolerable para casi todo el mundo arabomusulmán, y millones de señoritos carcaprogres. Irán, ese país al que las autoridades francesas, siempre petainistas, consideran con respeto y devoción como la potencia "estabilizadora" en la región.

En medio de este derroche de basuras, mentiras, y de a-mi-no-me-metáis-en-líos, yo noto, con profunda satisfacción, que el gobierno de coalición israelí está perfectamente unido y decidido y que la inmensa mayoría de la población le apoya. Además, como pruebas evidentes de la democracia israelí, la minoría eternamente "pacifista" expresa libremente sus opiniones contrarias a esta guerra. Otra vez, y más que nunca: ¡Shalom Israel!

Lo que ocurre, lo que explica por qué las calles, las mentes y la prensa están cubiertas de toneladas de basura, que se acumulan y que apestan, es que los basureros están en huelga. Cuando reanuden su trabajo, habrá sorpresas.
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