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Antonio Robles

Estrechar lazos en libertad

El catalanismo monta en cólera cuando alguien le obliga a mirarse en su propio espejo.

El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, acaba a airear un documento desde el cual pretende fundamentar la legalidad de la Generalidad al margen de la Constitución bajo la sospechosa insinuación de: "Estrechar lazos en libertad".

Si no los conociéramos, el cuento seguiría sonando cursi, pero a estas alturas de la película la última artimaña de estos embaucadores camuflados tras un infinito fondo de armario nutrido a costa de despellejar a mil y un corderos nos certifica que cuando sueltan un arrumaco hemos de ponernos a cubierto.

¡Manda huevos!, después de innumerables y continuados desprecios a España, ahora va a resultar que todo lo hacían por llevarnos mejor. La clásica figura del maltratador, que después de ponerla morada a hostias alegaba que lo hacía por su bien.

En el documento ideado solito por Homs en sus ratos libres -según confesión propia- dice entre otros muchos disparates: "El restablecimiento de la Generalitat es anterior a la Constitución española, y su legitimidad histórica, por tanto, no puede derivar de ésta". ¡Toma!, anterior a la Constitución también es el derecho de pernada, o la monarquía borbónica, pero es la Constitución lo que le da a una y le quita a otra, legalidad y legitimidad en un marco jurídico democrático.

Y como las sandeces no vienen solas, el diputado en el Congreso por ERC Joan Tardà le ha soltado un exabrupto al portavoz de los empresarios de lengua alemana afincados en Cataluña, Albert Peters, por atreverse a cuestionar la conveniencia de la independencia para la economía catalana: "[Es] penoso que directivos de empresas alemanas, enriquecidas gracias al nazismo y cómplices de millones de asesinatos, critiquen al nacionalismo catalán". Un exabrupto a la altura intelectual de su compañero de filas en ERC, Carod Rovira, cuando se le ocurrió pedir en Nueva York boicotear la candidatura de Madrid a los juegos olímpicos. Dos aportaciones empresariales sin igual para potenciar las inversiones en Cataluña.

Y como no hay dos sin tres, Pilar Rahola ha demostrado una vez más la intransigencia que lleva en los genes el nacionalismo cuando se le contradice. El vídeo enlazado no tiene desperdicio.

Como vemos, el catalanismo, que se ha pasado la vida tratando de fachas y franquistas a todo aquel que se opusiera a sus exclusiones, monta en cólera cuando alguien le obliga a mirarse en su propio espejo. En esta ocasión el diputado de C’s Carlos Carrizosa, por recordar en el Parlamento que el lema "Un país, una lengua, una escuela" podría suscribirlo Franco, suscita en Pilar Rahola un ataque de indignación que le lleva a abandonar los estudios de televisión como una niña malcriada, mientras su antiguo compañero de ERC, Joan Tardà, llama nazis y asesinos a los empresarios alemanes en Cataluña y nadie de su bando dice ni pío.

Es la Cataluña nacionalista, la de la ley del embudo.

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