Menú
Antonio Robles

Primas en la Roja

Un poco de humildad y vergüenza ante tanta necesidad no iría mal.

No es lo que cobras, sino lo que produces. Así de sencillo. Lo demás puede que envidia o resentimiento ante el éxito ajeno. Una catarata de críticas contra las primas de nuestros mundialistas.

Es posible que 720.000 euros por barba sean demasiados por ganar el mundial de Brasil. De hecho deben de ser demasiados porque ninguna otra selección se les acerca. Dicho eso, también es verdad que ninguna otra ha ganado tantos títulos últimamente como la española, los dos últimos europeos y el mundial de Sudáfrica. Y ninguna de ellas se cotiza tanto como nuestra Roja. Dicho de otro modo, la calidad y la eficacia revalorizan su participación en eventos y partidos amistosos y multiplican los contratos publicitarios. Si a eso se suma que la Federación Española ha renunciado hace tres años a las subvenciones del Estado y vive solo de la rentabilidad de sus éxitos, ¿dónde está el mal?

Aun así, jugadores y Federación han recibido toda clase de críticas por semejante despilfarro. Echemos cuentas: la FIFA pagará a la selección ganadora 25 millones de euros. Si ganase España, la Federación habría de abonar a los 23 jugadores 16,5 millones. Aún le quedarían 9,5 millones para pagar gastos e invertir en categorías inferiores; sin contar la rentabilidad que alcanzaría la selección más laureada del mundo de forma continuada. Buen negocio, diría yo, en lugar de indignarse por tan pantagruélico festín. Y no cuento los bienes del espíritu que tanta alegría trae a una nación tan falta últimamente de autoestima.

Vuelvo al principio: no es lo que cobras, sino lo que rentabilizas. ¿Qué producían esos directores de cajas de ahorro hasta hace dos días? ¿Qué les otorgaba tanta desvergüenza para otorgarse sueldos desorbitados y jubilaciones millonarias? Si sus empresas perdían dinero, si debieron ser rescatadas con el dinero de todos, ¿cómo se atrevieron a robarnos con tanto descaro?

De buena gana pagaría 10 veces más al presidente del Gobierno y a nuestros diputados si nos garantizasen honestidad y eficacia en la gestión. La presidencia del Gobierno es el puesto más importante de la empresa más grande y decisiva del Estado. No debería dolernos prendas si fuera tan eficaz como la selección de fútbol. No es el sueldo, sino la eficacia y honestidad de quienes nos representan, el problema. En el fútbol, además, se desatan otras tormentas que son difíciles de calibrar fuera del entorno de las emociones. Estoy seguro de que cualquier seguidor del Real Madrid habrá dado por bueno el gasto de 100 millones en Gareth Bale si vuelve a meter otro gol como el que hizo al Barça en la final de la Copa del Rey. El espíritu nunca estuvo tan cerca de la materia como en ese instante veloz de viento y fuerza. Vil metal, tanto tienes, tanto vales. Si además vendes emociones, el negocio es la consecuencia inevitable.

Pero como en todo, las cosas no son blancas o negras. La tragedia que viven millones de parados y miles de familias desahuciadas con sueldos reducidos, a veces ridículos y humillantes, choca con cantidades tan obscenas. Sin duda, la Roja es un símbolo de España, la representación visible del pulso de una nación desolada por las estrecheces. Cualquiera de nosotros ha visto reducido su sueldo y eliminada alguna de las pagas extraordinarias. Miles de pequeñas empresas han desaparecido y todos han reducido gastos y aparcado diversiones. Puede que la selección debiera ser un símbolo de verdad, no solo en los triunfos, sino en la solidaridad con tantos necesitados. Un poco de humildad y vergüenza ante tanta necesidad no iría mal. Sería un detalle que, además de ganar el mundial, cedieran el 60% de la prima para reducir la lista de espera en los hospitales o cualquier otra necesidad social. Al fin y al cabo, ellos ganan ya en promoción e irían igualmente sin cobrar. No solucionarían el problema, pero el símbolo de honestidad y solidaridad tendría tanta grandeza como el oro de la copa del mundo. No por la cantidad, sino por reducir el contraste obsceno entre su riqueza y tanta necesidad.

En Deportes

    0
    comentarios