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Daniel Rodríguez Herrera

Sólo Ayuso puede cortar la cabeza de Pedro Sánchez

Fracasado y Teocrático sólo han logrado movilizar a los suyos una vez: este domingo, delante de la sede de Génova, exigiendo su dimisión.

Fracasado y Teocrático sólo han logrado movilizar a los suyos una vez: este domingo, delante de la sede de Génova, exigiendo su dimisión.
EFE

Escribía horas antes de la hecatombe que, al paso que iba, Casado lograría convertir al PP en tercera fuerza por detrás de Vox, y va el muy inútil y lo que hace es acelerar el paso. Seamos claros. Si el PP pusiera mañana a un suricato de presidente y un zorro rojo de secretario general, sus perspectivas electorales ya mejorarían, pues ambos son animales monos y que producen ternura y pertenecerían a unas especies que han demostrado una inteligencia infinitamente superior a las de Pablo Casado y Teodoro García Egea combinadas.

Llevan años demostrando su incapacidad de generar ilusión y buenos resultados electorales, pese a que España está dirigida por un Gobierno desastroso que ha liderado los resultados de muertes en Europa mientras conquistaban la cola en recuperación económica. ¿Cómo iban a hacerlo cuando su gran alternativa era pedir una Ley de Pandemias e insultar a los votantes de Vox, que es el único espacio por donde puede crecer ya el PP? Fracasado y Teocrático sólo han logrado movilizar a los suyos una vez: este domingo, delante de la sede de Génova, exigiendo su dimisión.

En Estados Unidos hablan de los "caminantes muertos" para referirse a los condenados que se dirigen al cadalso desde sus celdas. Dead men walking es la dirección del PP nacional desde que han aparecido las primeras encuestas anticipando ya el sorpasso de Vox y, como consecuencia inevitable, que los barones pidan sangre al ver peligrar sus sillones. El único servicio que podrían dar a su partido, si es que lo valoran en algo, sería dimitir y convocar de inmediato un congreso extraordinario para que el PP elija sucesor lo antes posible y pueda trabajar para hacer que el partido remonte a tiempo de sustituir a Pedro Sánchez, quien supongo que intentará adelantar las elecciones.

¿Y quién debería sustituirlos? Se está hablando mucho de Feijóo y Moreno Bonilla por ser personas que podrían convertirse en figuras de consenso que apacigüen las agitadas aguas del partido. Pero no hay tiempo para eso. No parece que ninguno de los dos pueda ser esa figura que en un tiempo récord sea capaz de concitar la ilusión del electorado y evitar que Vox les supere en las urnas. Porque, si lo hace, la implosión del PP va a dejar en pañales a la de UCD. Rajoy y Casado lo han dejado en la cáscara de la moderación, la gestión y el voto útil. Sin ideas propias, y con Vox siendo la alternativa de voto útil de la derecha, ya no sirven para nada. Y ya vemos los muchísimos apoyos que concitan los cadáveres centristas.

No hay nadie, ni dentro ni fuera del PP, que ignore quién es la única figura política en sus filas capaz de evitarlo. Esa a la que desprecian con que "su éxito en Madrid no es extrapolable a toda España", pero a la que recurren para dar mítines cuando necesitan rebañar hasta el último voto, porque saben de sobra que es un fenómeno nacional. Es la que consigue, sin mover un dedo, que sus fieles se concentren en Génova pidiendo las cabezas de quienes, inútiles, mediocres e ilusos, pretendían cercenar la suya. No digo que con Isabel Díaz Ayuso al frente el PP tenga garantizada su supervivencia y la Moncloa. Tan sólo que es la única que podría conseguirlo.

¿Cómo cree el PP que podrá ganar las elecciones, dirigir el país y, con el Gobierno y su correspondiente reparto de cargos, calmar el partido? ¿Con Feijóo y Moreno Bonilla, o con Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo? Ni yo, ni los votantes tenemos ninguna duda. Pero si los cabecillas del PP prefieren optar por conservar la paz del partido para así conservar sus cargos, acabarán sin cargos, sin paz y sin partido. Y entonces sí que será cierto eso de que sólo quedará Vox.

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