
Vamos a repasar todo lo que sucedió el sábado porque hay veces que las cosas deben ponerse por escrito para que sean reales o, como mínimo, más tangibles. Positivo de Yannick Carrasco antes de empezar el partido. Luis Suárez arranca el duelo fallando un penalti, hecho que no pasaba en Liga desde hace unos 5 años más o menos. Goles de Correa y Cunha para un 2-0 tranquilo en apariencia. Disparo mordido del Getafe que acaba en el 2-1. Carrusel de penaltis tontos por mano que pone el 2-3 en el marcador. 3-3 de Correa antes del descanso. Locura de entrada de Felipe que deja al Atlético con uno menos. Partido dormido porque el Getafe no quería atacar y el Atlético estaba atemorizado con 10. Resultado final: 4-3 definitivo con Mario Hermoso marcando de tijera dentro del área y en los últimos minutos. En serio... ¿Alguien es capaz de explicarme qué esta pasando con el Atlético de Madrid este año?
De verdad, que salga ya el aficionado del Atlético que hizo un rito chamán el año pasado para ganar la Liga firmando con un pacto de sangre la penitencia de que al año siguiente todo fuese un circo. Que salga ya y a ver si entre todos se puede hacer un contrahechizo o una cura del aura, lo que sea, porque empiezo a creer que al Atlético le han echado una maldición. Es cierto que ellos ponen muchísimo de su parte en defensa, pero es que ni aposta se permite que los rivales se encuentren goles de la nada como el Getafe, golazos como el de Jordi Alba en el Camp Nou, jugadores de 1,65 saltando más que los centrales rojiblancos, un Oblak que no ve una y, de vez en cuando y de manera más habitual últimamente, que los partidos te los gane Mario Hermoso haciendo de salvador como delantero centro. Surrealismo en estado puro.
Imagino que los atléticos que odiaban el 1-0 y el 0-1 estarán gozándolo ahora con el Atlético de Javier Aguirre 2.0. Ese Atlético que con Forlán, Agüero, Simao y Reyes tenía que ganar 6-3 al Almería en el Calderón, por ejemplo, porque o marcaba seis tantos o sabía que atrás le iban a caer más de uno, más de dos y a veces más de tres. Ahora se divertirán con el Atlético de Madrid by Quentin Tarantino, como dice mi compañero periodista Darío Magro. ‘Malditos defensas’ o ‘Érase una vez en el Wanda Metropolitano’, las dos últimas superproducciones que se han podido ver en el estadio colchonero últimamente. Se estarán divirtiendo ahora con este Atlético loco que tanto recuerda al de la era pre-Simeone. ¿O no? ¿Echarán de menos la solidez del 1-0 y del 0-1? La verdad es que no lo sé, porque los hay que nunca están contentos.
Volviendo al partido o a la película de Tarantino, como lo quieran ver ustedes, el Atlético volvió a ser un equipo bizarro con un final loco. Es inconcebible que el equipo de Simeone volviese a tirar por la borda un 2-0 sencillo que, en condiciones normales, se hubiese quedado ahí o incluso se hubiese incrementado con poco que la portería rojiblanco hubiese estado resguardada. Sinceramente no vi a un Getafe sublime que remontase de un 2-0 a un 2-3 en menos de 20 minutos con un gran juego. Vi a un Getafe que aprovechó la eterna caraja defensiva local para marcar el 2-1 y que luego aprovechó dos manos regaladas que demuestran nuevamente que este año el Atlético hace padre a un eunuco. Y así, toda la temporada. No veo que los equipos maravillen ante el conjunto de Simeone. Simplemente veo a equipos encontrar el gol cada vez que tiran a puerta y eso, la mayor parte de las veces, es por demérito del Atlético, no por jugadas de gran elaboración o por exhibiciones del oponente.
Lo repito nuevamente: el peor rival del equipo de Simeone este año es el equipo de Simeone. Además, para redondear el surrealismo nocturno de cada día en el Metropolitano pudimos ver, una vez más, un curioso duelo de centrales entre Hermoso y Felipe. El brasileño, inexplicablemente, casi le rompe las costillas a su rival con una entrada que debería dejarle fuera de los terrenos de juego una temporada. Fue una patada criminal, que nadie entendió y que debería tener un duro castigo por dos razones. La primera para espabilar a Felipe, que lo necesita, y la segunda para que Simeone no tenga la tentación de poner al brasileño cuando, siendo honestos, está muy lejos de merecer una titularidad. ¿Por qué es titular Felipe entonces? Porque Giménez casi siempre está fuera y porque Hermoso tampoco es que esté tirando la puerta a base de fortaleza defensiva. Eso sí, dentro del área, Hermoso es ahora mismo una mezcla perfecta entre el propio Suárez, Falcao, Vieri, Villa o Diego Costa. ¡No falla ni una! ¡Marca incluso de tijera! ¡En la suya no, pero en el área rival, es el rey! I-nex-pli-ca-ble.
Se lo aseguro y lo digo porque estaba allí, jamás he visto tantas manos en la cabeza con gesto de incredulidad como las que vi el otro día en el Wanda Metropolitano. La afición del Atlético botaba y saltaba de alegría, pero en sus caras se veía un "no me lo puedo creer" de libro. Carcajadas, risas flojas, miradas al cielo buscando una explicación... en fin, como en las películas de Tarantino cuando al final de Malditos Bastardos un tío coge una metralleta y acribilla a Hitler o como DiCaprio con el lanzallamas al final de ‘Érase una vez en Holywood’. No te lo esperas, no es lo que tenía que pasar, te ríes, disfrutas y te marchas a casa con una sensación de haber visto algo surrealista y genial a la vez. Así es este año, el Atlético by Quentin Tarantino.
Próxima película, Atlético-Levante. Sí, hacen bien en pensar en una resurrección del equipo granota en Madrid. Ojo, no sería la primera vez. Entre que el Atlético este año haría de Faubert o Drenthe un serio candidato al Balón de Oro y que el Levante, no se sabe bien cómo, se convierte en un gigante tanto en Madrid como en Valencia... a mí si me lo permiten y viendo el percal, no me disgustaría un sólido 1-0. Por cierto, si esto sigue así, no descarto un Atlético-Manchester United con un 7-7 en el marcador. Siete goles de Cristiano, que aún no ha marcado en 2022 y ya saben lo que eso significa, y unos cuantos tantos de Hermoso como 9. Al menos será divertido, ¿no?
