
No me gustó la segunda parte del Atlético de Madrid ante el Manchester United. De hecho me pareció muy mala actuación del equipo de Simeone y cuando puse eso en Twitter, incluyendo la palabra pésima, me llovieron muchas críticas. Seguramente merecidas la mayoría, sobre todo las que no venían con un insulto incluido, porque ni mucho menos estoy convencido de tener la razón en este tema, sin embargo, han pasado las horas y sigo pensando exactamente lo mismo. Al menos en mi caso y siendo sincero, yo salí orgulloso del equipo en cuanto a intensidad, pero defraudado.
Para mí, este Atlético de Madrid tiene que ser exigido. Exigido con cabeza, no con un puñal oxidado, por supuesto. Y para mí, la única forma de que el conjunto rojiblanco conquiste Old Trafford en unas semanas es darle hoy una pequeña colleja ya que tras un espectacular primera parte en la que sí lució la vitola de campeón de España, los colchoneros dejaron vivos a un paupérrimo Manchester United. Ojo, no hablo de actitud a la hora de correr, luchar, ser intensos o meter la pierna, porque de eso fueron sobrados desde el minuto 1 hasta el 94, pero sí me faltó ver más mordiscos en el cuerpo del Manchester United. Y sí, sé que en condiciones normales y con los dos palos de Vrsaljko y Griezmann dentro de la portería, el marcador habría sido de un justo dos o tres a cero, pero lo del croata fue en la primera parte mientras que lo de Antoine significó el único picotazo real en la segunda. El único.
Como vengo diciendo, el Atlético de la primera parte fue el que se echaba de menos desde hace mucho tiempo. Impresionante rendimiento de Héctor Herrera, Kondogbia, Lodi y Joao Félix en los primeros 45 minutos. Robo, pase, distribución y verticalidad. Robo, pase, cambio de juego y vuelta a empezar. Orden, buena colocación, ideas claras y balón a las bandas para buscar el área. Fue un repaso en toda regla de Simeone a Rangnick. Soberano repaso. Pogba y Cristiano, desaparecidos. Bruno Fernandes y Sancho, perdidos. Rashford, pensando aún en el maravilloso tifo que el Metropolitano lució al inicio. Y todo eso con un estadio entregado formando una olla a presión maravillosa. Si el fútbol hubiese sido justo, 2-0 y a los vestuarios a preparar la segunda emboscada.
El problema es que el Atlético no encontró el segundo con el palo de Vrsaljko y en la segunda parte el plan se quedó corto. Entiendo que Simeone quería repetir la idea de darle el balón a un United que no sabe qué hacer con él y dar picotazos a la contra, sin embargo, no vi en ningún momento esos picotazos hasta el palo de Griezmann. S í pude ver a Joao Félix y Correa recuperar en campo propio y mirar hacia delante para encontrar a De Gea a 100 km de distancia. Además vi un excesivo control del partido por parte de un United tan sumamente perdido que a veces Varane hacía de lateral y otras de interior siendo central. Incluso llegué a pensar que tocaban la pelota de lado a lado sin hacer nada esperando que la cosa se quedase en un 1-0 y venga, a Old Trafford. Por eso me pareció pésima la segunda parte del Atlético, porque faltó rematar la faena y sobró esperar para encontrar la sentencia.
"Pero el desgaste de la primera parte les pasó factura", me dicen algunos aficionados rojiblancos. Totalmente de acuerdo. Se dejaron el alma durante todo el partido, pero creo que a este equipo se le debe exigir más gasolina, porque esa falta de chispa no se vio a partir del minuto 70 sino desde el 45. Gran primera parte y luego bajón. Es ahí donde veo que al Atlético le falta consistencia y sinceramente no entiendo por qué. Para eso también están los cambios, ¿no? Para mí, Simeone tardó mucho en hacerlos y cuando los hizo entendí el de Lodi por calambres, pero no el de Joao Félix. Me hubiese parecido mejor que Marcos Llorente, totalmente desacertado en su posición real, dejase su sitio a Lemar o a Griezmann. Incluso a De Paul para dar más consistencia. Y también me hubiese gustado ver a Luis Suárez, porque con la defensa del United asustada ante cualquier balón que les llegase, un killer que se alimenta dentro del área habría venido de perlas.
Todo lo dicho anteriormente no pasó y no hubo ni un solo cambio hasta el minuto 74. Ni siquiera cuando el United hizo tres de una tacada y ganó mucha más frescura. Tampoco vi ni una sola parada de David De Gea en 45 minutos. Lo siento, no son datos que a mí me hagan irme contento con una segunda parte y menos si la misma acaba con un 1-1 final. Recapitulemos: ni una sola parada de De Gea, cambios que llegaron tarde, falta de frescura, dominio del balón por parte del United, un palo a favor ya con un 1-1 y el gol previo en contra que te arrebata la victoria. Pues miren, reconociendo el gran esfuerzo de todo el equipo, conformarse con esto me parece que es síntoma de lo mala que está siendo la temporada rojiblanca. Por eso reitero el titular de esta columna, un Atlético inconformista con el 1-1 sí conquistará Old Trafford. Si se conforma, muchos adecuaran su discurso de ayer al famoso y odiado "los pudimos matar en la ida".
Ahora bien y con esto concluyo, el Atlético empieza a recuperar su esencia y con ella su capacidad cholista de competir ante cualquiera. Es el camino a seguir, como dicen muchos, pero incluyendo, si me lo permiten, la colleja que hoy les quiero dar. Cariñosa, sí, pero colleja.
PD: Joao Félix, no salgas nunca del once y que no te saquen. Las dos cosas.
