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EDITORIAL

Echenique, Iglesias, Errejón, Carmena: son todos lo mismo

Si hay un partido político al que cabe restregarle el conocido refrán del "dime de qué presumes y te diré de qué careces" ese es Podemos.

Si hay un partido político al que cabe restregarle el conocido refrán del "dime de qué presumes y te diré de qué careces" ese es Podemos.
Echenique, Iglesias y Errejón | EFE

El Juzgado de lo Social nº 2 de Zaragoza ha ratificado este martes la sanción que la Seguridad Social (SS) impuso en su día a Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, por contratar irregularmente a un asistente doméstico. Tal y como hemos informado, la titular de dicho juzgado, Itziar Ochoa, ha confirmado la sanción que se impuso al peronista rosarino por no haber dado de alta en la SS a su entonces empleado, que según el propio Echenique pasaba por graves aprietos económicos.

Si hay un partido político al que cabe restregar el conocido refrán "Dime de qué presumes y te diré de qué careces", ese es Podemos. Los representantes de la formación populista de extrema izquierda presumen de ser los campeones de la regeneración, de la protección de los trabajadores y de los sectores más desfavorecidos de la sociedad; y de vivir de una forma austera y acorde con lo que predican. Pero lo cierto es lo opuesto, como se desprende de tantos casos, no sólo del que tiene por protagonista al lenguaraz Echenique, que gusta de ejercer el papel de savonarola morado en las redes sociales.

Piénsese, sin ir más lejos, en el lujoso chalet de Pablo Iglesias y de su compañera sentimental, la también dirigente de Podemos –por voluntad del propio Iglesias– Irene Montero. Que el líder máximo de los neocomunistas, que tantas veces acusó a "la casta" de vivir en torres de oro, aislada de quienes peor lo pasan, se comprara tamaño casoplón fue muestra insuperable de esa impostura que retrata implacablemente a un partido que va de rompedor pero que no hace sino lo que siempre ha hecho la izquierda más desvergonzada: comportarse justo como, según sus prédicas, no debería.

La noticia de la ratificación de la sanción al condenado Echenique se ha producido poco después de la consumación de la traición de Íñigo Errejón, otro que tal baila. Por cierto, el fraudulento becario que se las da de bueno y puro se ha aliado con la potentada comunista Manuela Carmena, que amparó a su marido mientras tuvo contratados como falsos autónomos a una serie de arquitectos que vivieron momentos especialmente dramáticos cuando el sosodicho decidió dejar de pagarles. Y el frauduento becario, recuérdese, fue inhabilitado por la Universidad de Málaga por cobrar una beca a la que no tenía derecho.

Son todos así. Son todos lo mismo. Unos perfectos indeseables.

El condenado Echenique, que hace escasos días pedía la dimisión de un Errejón al que vino a llamar muerto de hambre, debería aplicarse el cuento... y el propio Código Ético de su formación. Pero, por supuesto, no lo hará. Sin vergüenza, cómo podría hacerlo.

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