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RUSIA

Yeltsin vs. Putin

No se suele decir, pero el recientemente fallecido Borís Yeltsin hizo prácticamente imposible que Rusia vuelva a caer en el comunismo. Aunque algunos temen que ése sea, precisamente, el objetivo del sucesor de Yeltsin, lo cierto es que lo que busca Vladímir Putin es reestablecer un gobierno autoritario.

No se suele decir, pero el recientemente fallecido Borís Yeltsin hizo prácticamente imposible que Rusia vuelva a caer en el comunismo. Aunque algunos temen que ése sea, precisamente, el objetivo del sucesor de Yeltsin, lo cierto es que lo que busca Vladímir Putin es reestablecer un gobierno autoritario.
Borís Yeltsin.
Uno de los fundamentos del comunismo es que los precios no deben determinar el consumo ni la utilización de los recursos. Así pues, bajo el sistema soviético lo que se producía y se consumía no venía determinado por la oferta y la demanda, sino por una oficina de planificación gubernamental, el Gosplan.
 
Los burócratas del Gosplan decidían cuántos zapatos, cuántos automóviles, cuántos anteojos, cuántas botellas de vodka, etcétera, se iban a producir. Al Gosplan le preocupaba más la cantidad que la calidad, de ahí que se produjera mucha basura de poca o ninguna utilidad para la gente. Los precios los fijaba el Estado, y casi siempre eran artificialmente bajos, para dar la impresión de que en la URSS había prosperidad. Por ejemplo, una barra de pan costaba 10 kópeks, pero la oferta era muy limitada, por lo que quienes quisieran hacerse con una debían hacer cola durante largas horas. Con todo, muchos productos sólo podían conseguirse en el mercado negro.
 
Economistas como Ludwig von Mises y Milton Friedman predijeron el colapso de la Unión Soviética por su infame utilización de recursos, siempre en función de las decisiones políticas.
 
Yégor Gaidar.Cuando Yeltsin llegó al poder, en 1991, la economía soviética estaba al borde del colapso. Yeltsin había aprendido lo suficiente de economía como para dar un cargo importante al brillante economista Yégor Gaidar, quien, junto a Anatoli Chubais y Serguéi Vasiliev, había leído las obras de Hayek y Friedman y sabía lo que tenía que hacer.
 
Gaidar liberó los precios en enero de 1992 y desmanteló el Gosplan. La moneda había sido devaluada, y la eliminación del control de precios produjo una gran inflación. Eran tiempos difíciles, y los rusos saltaban a una economía, la de mercado, de la que no tenían experiencia. Además, Yeltsin dio un paso al frente y apoyó la libertad de expresión y prensa. Sufrió duras críticas por ello, pero siguió adelante y nombró a Gaidar primer ministro interino, en junio de 1992. Para el otoño de ese mismo año la situación de muchos rusos era desesperada, y Gaidar fue despedido.
 
Ahora, 15 años más tarde, la economía rusa crece y los rusos gozan de una creciente prosperidad. Gaidar y Yeltsin tomaron las decisiones correctas, aunque fueran muy impopulares en su momento. Al destruir el Gosplan, Yeltsin impidió la resurrección del comunismo económico, y hoy ni los comunistas pretenden nacionalizar los restaurantes y volver a comer tan mal como antes.
 
Putin y su gente tampoco desean regresar al antiguo régimen, pero sí quieren instaurar algo que se parezca al modelo económico de la Alemania nazi, para controlar a las grandes industrias (especialmente las que generan grandes cantidades de divisas extranjeras), intimidar a sus dueños, imponer crecientes regulaciones y encarcelar o asesinar a quienes se opongan a ello. El resto de la economía queda en relativa libertad. Si usted es ruso y está dispuesto a guardar silencio, entonces le permitirán sacar adelante su negocio, porque Putin sabe que una economía en expansión le permitirá mantener el control político. Pero la historia nos indica que cuando las gentes alcanzan cierto nivel de bienestar dan más importancia a la libertad política.
 
Los historiadores reconocerán la obra de Yeltsin, quien, con la ayuda de Gaidar, liberó a los rusos, dándoles los beneficios de una economía de libre mercado muy superior a la prosperidad manipulada y a la libertad limitada de los tiempos de Putin.
 
 
© AIPE
 
RICHARD W. RAHN, director general del Center for Global Economic Growth y académico asociado del Cato Institute.
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