Menú
Francisco Pérez Abellán

Capo Messi

Para el acusador, Messi es como "un capo" de una estructura criminal. El capo se beneficia sin mancharse.

Los ídolos de la sociedad española se consideran por encima de la ley y hasta la fiscal del caso Messi, cuyo trabajo de partida era acusar, pide la absolución para él, dado que no sabía nada del supuesto fraude fiscal de más de cuatro millones de euros en el que está pillado, porque Leo Messi hace todo lo que dice su papá y fue el que estimó que no se debían pagar tantos impuestos. Dicen que Messi gana 86 millones de euros al año en esta sociedad anestesiada en la que el salario mínimo interprofesional es de 650 euros y donde la carne de periodista está más barata que la carne de pescuezo

Un actor que no es Marlon Brando gana enormes cantidades de dinero que supuestamente hacen un viaje por la ingeniería financiera hasta desembocar de nuevo en su bolsillo y una actriz rubia, que cuenta la historia como no sucedió, también lleva lo del fisco haciéndose tirabuzones. Messi, que juega al fútbol como un Gento con bragas, arguye desconocimiento, ignorancia y tal vez incapacidad para comprender el complejo mundo fiscal porque sus abogados incluso han presentado un certificado de estudios en el que aparecen bajas calificaciones, tal vez intentando demostrar que no está preparado.

Sin embargo, en éstas llegó el abogado del Estado. Y nunca se ha visto un abogado del Estado como éste: vibrante, tonante, demoledor, justiciero. No se cree la parte lacrimógena del pobre chico millonario que solo sabe jugar al fútbol y que necesita a su papá hasta para peinarse. No se cree nada la versión de Messi y pide que vaya a la cárcel. Supuestamente, el jugador ha cometido tantos delitos como veces haya defraudado 120.000 euros por ejercicio fiscal. El abogado del Estado, nadie sabía que los abogados del Estado sirvieran para esto, pide 22 meses y 15 días de cárcel. Es difícil visualizar al Messi privilegiado que no tenía más que dinero con el chándal carcelario. La sociedad no está preparada para que todos seamos tan iguales.

En cambio, para el acusador, Messi es como "un capo" de una estructura criminal. El capo se beneficia sin mancharse. Y es cuando se echa de menos a los asesores fiscales de Messi. No pagar impuestos es como cualquier otra clase de delito. Es igual que robar, aunque sin riesgo ni necesidad de dar la cara: basta con mandar la pasta a los paraísos fiscales, mientras que un suave peloteo escamotea los deberes ciudadanos del ídolo, cuya categoría moral está en cuestión. Para el papá, Jorge Horacio, obrero metalúrgico, la fiscal también derrama comprensión porque "compró la moto" a sus asesores, a los que ha sido incapaz de sentar en el juicio.

El acusador es Mario Maza, aficionado del Barça, que concede "credibilidad cero" al futbolista que no cumple con los requisitos de una sociedad que lo ha hecho famoso y multimillonario. Para él, pagar impuestos es un concepto que entiende "hasta un niño de diez años". Mayor de edad, y superando los mínimos, Messi tiene tanta responsabilidad penal como la obligación de subirse la cremallera después de hacer pipí sobre sus impuestos.

Temas

En España

    0
    comentarios